La pequeña Dahyun miró como la chica se escabulló por la multitud y soltó una risa tenue. Era alguien muy curiosa.
La niña comenzó a caminar nuevamente hasta el jardín extenso que había encontrado hace unas semanas. Era tan especial porque tenía de todo ahí y pues, esas plantas estaban tan bien cuidadas que se vendían bien.
Dahyun tomó ramos de flores y vio que una pequeña abeja estaba entre el ramo. Dahyun se asustó y comenzó a gritar con fuerza, vió que una nueva sombra se acercaba y tomaba el ramo en sus manos.
Era la chica de la mañana, la miraba como si fuera un diamante.
-Gracias por salvarme, otra vez...- Dahyun sonrió y Momo se sonrojó nuevamente.- ¿Cómo te llamas?
-N-No te importa...
Dicho eso, Momo salió corriendo nuevamente, pero Dahyun solo soltó una leve risa y nuevamente tomó el maso de flores en sus manos.
Era raro pero... El ver como reaccionaba esa chica la hacía sentir cálida.
Momo entró a su palacio con rapidez y cerró la puerta tras de sí, su mirada sólo era al suelo y trataba de calmar a su corazón que se agitaba con fuerza en su pecho. Momo quería salir y abrazar a esa chica.
No le importaba que apenas la conociera.
No le importaba nada.
Pero eso solo duraría durante su euforia.
Cuando está se vaya, simplemente volverá a ser Momo.
Un simple monstruo.
ESTÁS LEYENDO
La Verdad Que Nunca Dije.
De TodoTengo tanto miedo de mostrarme frente a ti... Mirarte es mi regalo y a la vez es mi castigo... Lo que siento por ti... Será la verdad que nunca dije... Dahyun x Momo