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Momo se encontraba caminando por el mercado de la ciudad y tan sólo vestía un saco para el tormentoso frío y uno pantalones abrigados.

- Deme una trucha, por favor.- Momo sacó su monedero pero la cara del señor la sorprendió, se veía notoriamente cómodo y la atendió con gentileza.

- Está muy diferente, señorita Hirai.- Momo solo ladeo la cabeza y recogió la trucha y pagó. Luego salió y noto que varias personas la miraban con admiración y asombro.

- Señorita ¿Es cierto que usted vive a las afueras de la ciudad con la joven Kim?

- Señorita Momo, quisiera saber si nuestras sospechas eran ciertas y ahora tiene una esposa.

- ¿Kim Dahyun esta embarazada de usted?

Varias preguntas fueron lanzadas al aire y Momo simplemente se hecho a correr, el sonido de los periodistas siguiéndole se fueron diluyendo hasta que la tranquilidad del día era lo único que se escuchaba en el pequeño ambiente.

- ¿Por qué de la nada me empiezan a hacer eso? A veces, creo que la única manera de vivir sola y sin nadie pisando mis talones es estar sin Dahyun.- Una brisa la recorrió por la espalda y ella tembló.

Para nada quería dejar a Dahyun, era lo único que la mantenía cuerda en ese mundo que ella había creado por lo que, solo suspiró.

- Dahyun me está esperando con el pez, se lo debo de llevar antes del mediodía.

Y es que, Dahyun era el todo de Momo y si, ese todo le cambiaba un poco la vida, no había tanto problema en adaptarse si era para mejor.

Dahyun amaba a Momo y Momo amaba a Dahyun.

La Verdad Que Nunca Dije. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora