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- Vamos Momo, el sol está en la cima.- Dahyun jalaba de la mano de Momo quien la seguía a tropezones.

- Oye... No me jales por favor, estoy llevando la canasta con la comida.

- Ay Momoring, podemos comprar más pero ese sitio debe ser nuestro.- La joven señaló un árbol entre tanta gente.- Además, me prometiste que estaríamos en este árbol.

- Esta bien, es solo que estoy un poco mal de la cadera.- Momo y Dahyun se adelantaron más después de la charla, llegando antes de una pareja que, sin más opción, las dejó solas.

- Es un día grandioso para pedir un deseo ¿no lo crees?.- Dahyun se apoyó en el hombro de la chica quien, con temor, la tomó de la cintura.

- S-Si, aunque el sol no es muy bueno para mis plantas. Voy a tener que taparla después.

- No te preocupes, luego yo te ayudo pero hay que pasar este día juntas ¿Vale?.- La joven albina dejó un beso en la mejilla de Momo y comenzó a desempacar todo lo que trajeron para comer.

- Siento que tuvimos que traer una comida mejor, tal vez los sándwiches de cerdo importado no nos llenarán.- Dijo una apenada Momo frente a un radiante Dahyun.

- Ya te lo dije Momoring, todo está bien.- Dahyun la abrazó y se tiró encima de ella.- Estoy contigo y con eso es suficiente.

Momo la abrazó y cerró los ojos. Desde que Dahyun y ella estaban juntas, el sentimiento de ser un monstruo ya no estaba presente.

Y le gustaba.

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