La Verdad Que Nunca Dije.

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- ¡Aquí Momo!.- Dahyun jaló el brazo de Momo y señaló un estante lleno de pescados.- He escuchado que el pescado de este mercado es el mejor. Haré una sopa para el frío con esto.

- Por favor, deme 2 bonitos.- Momo le habló al vendedor que, algo reacio, aceptó.

- Eso es mucho.- Dahyun la miró fijamente y ella solo la volvió a mirar.

- Hoy Yugyeom y Natty comerán con nosotras. Es día del trabajador y por más que quiera regalarles una canasta, creo que lo mejor es darles un almuerzo.

- Ya veo...- Dahyun miró los dos pescados siendo deshuesados y volvió a mirar a su jefa.- ¿No le gusta tener a nadie en su casa?

- No es eso.- Dijo Momo mirando también el pescado.- Es solo que nadie puede estar cerca de mi, no quiero dañar a nadie por lo horrible que soy.

Dahyun se confundió más e iba a preguntar pero el comerciante les dio la bolsa.

Una vez llegaron a la casa, Yugyeom les esperaba con unos abrigos y la ducha caliente.

- He pensado que como ustedes son jóvenes chicas, tal vez podrían tomar una ducha y después al sauna para evitar un posible contagio.- El chico miró el sonrojo y algo enfado de Momo y trató de rectificarse. Sin embargo, Dahyun jaló a Momo hacia el baño quien solo se quedó aturdida.

- Es una grandiosa idea.- Dijo Dahyun mientras caminaba.- Vamos Momo, será divertido.

Momo sólo tocio, un poco malhumorada pero no podía decir nada. Ambas se comenzaron a desvestir para entrar y cuando Momo miró la espalda de Dahyun, divagó en sus pensamientos.

- Tu piel...- Susurró Momo llamando la atención de Dahyun.

- Lo sé, es muy blanca.- A la joven blanca no le gustaba que le recordarán que su piel era demasiado blanca como para ser real.

- Es muy bonita.- La mano de Momo acarició su espalda. Dahyun sintió una pequeña punzada en su columna y soltó un suspiro.- Muy linda.

- Momo...- Suspiró Dahyun y trató de voltear pero sintió como su jefa la abrazaba.

- Lo siento.- Momo susurró contra su hombro.- Lo lamento.

- Hey, no me molesta.- Dahyun sentía una pequeña chispa en su estómago y sabía que era eso.

- No es eso.- La joven se confundió más.- Siento ser un monstruo y no poder estar aquí contigo.

Y es que, tal vez Dahyun no lo sepa pero Momo se sentía el ser más asqueroso del mundo y que no merece ser feliz.