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JUNIO, 1970
Observar el pequeño rostro de Tony, se había convertido en su pasatiempo favorito.
Podía pasar horas enteras sosteniéndolo entre sus brazos, solo viendo sus largas y abundantes pestañas, su diminuta naricita y sus labios rosados moviéndose de vez en cuando, como si buscara alimentarse aún entre sueños. El mundo podía estar colapsando ahí fuera y ella seguiría pasando el tiempo ensimismada con su bebé.
—Quizá nunca haya estado cerca de una criatura tan pequeña como tú, pero puedo estar segura que eres lo más bonito que existe, Tony. No puedo esperar para escucharte decir tu primera palabra, para caminar contigo de mi mano... no me entiendes, pero quisiera que supieras todo lo que te amo y que jamás quise apartarte de mí. Eres parte de mí, como yo de ti...
—Él lo sabe— Dijo Howard desde la entrada. Natalia levantó la vista para encontrarse con el moreno recargado contra el marco de la puerta, sosteniendo un bouquet de rosas en diferentes tonalidades dentro de un envase de vidrio con agua— Y te ama de la misma forma.
—No puedo entender cómo es posible amar tanto a alguien tan pequeño— La pelirroja regresó la atención a su hijo y reacomodó su cobija, para cubrirlo bien.
—Conseguí un sitio para los tres— Luego de dejar el arreglo floral sobre la mesita de noche, Stark se acercó hasta el borde de la cama, donde Natasha estaba con su hijo y se sentó a su lado, para ver como el niño comenzaba a desperezarse y abría sus ojos poco a poco, adaptándose a la luz de la habitación— Peggy dice que es muy pronto, pero ella también necesita volver a sus funciones... tu y yo podemos hacernos cargo de este pequeño, ¿Cierto?.
—¿Tú?— Preguntó contrariada— ¿Quieres estar con nosotros?
—Por supuesto... No se cómo hacerlo, pero ¿Puedo sostenerlo?— Pidió viendo a la criatura, que ya estaba despierto.
A Natalia le sorprendió la iniciativa de Howard por acercarse al bebé, pues en sus primeros tres días de vida, el mayor solo se había mantenido observando a su costado. Los cortos momentos que les había visitado quiso ser útil, ayudando a Natasha a cuidar del pequeño mientras este dormía al centro de la cama para que ella tomara una ducha rápida o llevándole la bandeja con alimentos, pero nunca intentó sostenerlo, ni acercarse demasiado.
Ella colocó a Tony en los brazos de su padre, teniendo cuidado de darle el soporte necesario, indicándole a Howard la forma de acomodar sus brazos correctamente para mantener al pequeño seguro.
—Tenía miedo de tocarlo... es tan pequeño, no quería lastimarlo.
—Tampoco había tenido a un niño en mis brazos... pero con él, todo es natural, es fácil y puedo disfrutar de su contacto— Sonrió— Los sueños no se acercan nada, a lo que el corazón siente al ver a tu bebé por primera vez y todos los días siguientes...
—Es perfecto — Murmuró Stark, viendo como el niño tomaba su dedo índice y lo envolvía en su pequeño puño— Y yo pensaba que la perfección no era posible.
—Tiene todo de ti, debe ser por eso — Dijo apenada, bajando la vista para encontrarse con los ojitos cafés más lindos que había visto.
—Eres fuerte, Tony— una sensación cálida le invadió el pecho al ver al niño sonreír y apretar su pulgar— No puedo esperar a enseñarte como armar tu primer motor...
Aunque amaba la idea de verlos a ambos convivir como padre e hijo, sabía que estaban condenados a vivir en las sombras, no solo porque él era un hombre casado y la sociedad le crucificaría al primer momento de esparcirse el rumor. Habían muchos intereses de por medio, la KGB, Hydra y todo aquel que tuviera represalias con ellos dos, irían tras Tony y jamás se perdonaría que por su descuido llegaran a él.
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AFTER ⧗ DARK
Mystery / Thriller-¡Ayuda!-Gritó aún más fuerte, en un perfecto aleman-Estoy en las celdas inferiores!. Un rubio vestido de azul acudió al llamado, se detuvo al ver a lado de la puerta un letrero, que rezaba: "Cuidado con la araña" en alemán.