Te pertenezco Parte 1 (Natalia g!p)

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Alba se acercó al cuerpo de Natalia, jalándola hasta hacerla entrar dentro del camerino, pegando sus cuerpos y después uniendo sus labios a los de la morna en un beso arrebatador y posesivo; Natalia por supuesto no pudo resistirse a los encantos de la rubia, toda ella la volvía loca y en ese momento ansiaba tenerla, hacerla suya, marcarla como su mujer, así que de una patada cerró la puerta y atrajo a Alba a su cuerpo en un fuerte abrazo, acariciando sus curvas con ansiedad, deseando saborearla, recorrerla completa, perderse en el paraíso de su intimidad.

Alba abrió los labios, permitiendo que Natalia encontrara el camino dentro de su boca, aunque a ella le gustaba ser quien dominara, no se podía resistir a Natalia, de alguna manera siempre terminaba sucumbiendo a sus encantos así que no opuso resistencia cuando la morena la recargó contra la puerta y la aprisionó entre sus brazos, haciendo presión contra su cuerpo, haciendo que ella se retorciera de placer, en un breve instante en los cuales pudo controlar sus instintos para no dejarse dominar empujó a Natalia y le dedicó una mirada sensual.

"No esperaba encontrarte aquí, créeme que de haberlo sabido me hubiera arreglado para ti" -dijo la rubia dirigiéndose al tocador.

Alba esbozó una sonrisa, y se dio media vuelta, caminando desnuda hacia el tocador, dándose cuenta de que Natalia tras de ella la miraba embobada, la morena por su parte sintió una mezcla de rabia y excitación al verla alejarse de su lado, esbozando esa sonrisa cínica, le daba rabia imaginarla en los en brazos de alguien más, pero como una fiera que espera el momento oportuno para atacar a su presa, se quedó mirándola por un momento, recorriendo su cuerpo, su sonrisa cínica y como después tomaba un cepillo para desenredarse el cabello, pero no dejaría las cosas así, esa noche quería tenerla y decidió que iría tras ella.

Alba, al ver que Natalia caminaba hacia ella, dispuesta a tomarla, sintió que los muslos se le humedecían al saber que se acercaría, al imaginarse tenerla dentro, pero lejos de externar su deseo de lanzársele encima como una fiera, decidió limitarse a peinarse el cabello, fingiendo tener una serenidad que lejos estaba de sentir, hasta que poco a poco Natalia la hiciera sucumbir ante sus encantos.

Natalia llegó hasta donde estaba y la rodeó en un abrazo por la espalda, encontrándose sus miradas a través del reflejo que les devolvía el espejo.

"¿Por qué tienes que hacerme esto?" -preguntó la morena apretujando con sus manos las caderas de la rubia, moviendo sus manos hacia su cintura para después con ellas ahuecar sus senos, mientras apretaba su erección contra sus precioso trasero- "¿Sabes que me haces sufrir?"

"¿Yo?" -preguntó Alba con una risa burlona, mirándola retadoramente por el espejo- "Eso no lo sabía Natalia... ¿Por qué te hago sufrir?"

"¡No hagas como que no te das cuenta!" -exclamó molesta la morna mientras entre sus dedos le retorcía los pezones y encajaba sus dientes en la blanca piel del cuello de la rubia, succionando con fuerza, ansiosa por saborearla- "¡Sabes perfectamente lo que provocas en mi, lo sabes Alba y no eres capaz de darme una oportunidad!... ¡Pero no importa, no me rendiré, aunque finjas no sentir amor por mi yo siento que eres mía, que has sido mía desde que nuestras miradas se cruzaron, desde esa primera vez en que te hice mía y no te dejare escapar de mi lado, eso ya deberías saberlo y no me importa el tiempo que me lleve o lo que tenga que enfrentar, pero sé que terminaras aceptando el amor que sientes por mi y serás mía solamente!"

Alba la miró amenazadoramente mientras levantaba una ceja en una clara señal de cinismo, escuchar a Natalia decirle con tanto fervor que ella seria suya.

Natalia vió el cinismo reflejado en el rostro de Alba, la frustraba pero la incitaba a demostrarle que sus palabras se volverían realidad, así que retorciendo sus pezones la hizo gemir de placer. La morena sabia que solo ella lograba hacerla gemir de esa manera, y para excitarla más, pego su miembro endurecido más a su trasero, frotándose sensualmente, para que la rubia sintiera como este crecía a pesar de estar ella aún vestida.

ALBALIA - One shoots +18 (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora