-Mari me aburro, ¿puedo irme?–La rubia me sonrío negando mientras seguía bailando.
Bufé y fui a la barra, donde me senté con los párpados a punto de cerrarse, así que puse mis brazos encima de la mesa y me apoyé en ellos.
Tenía 26 años y era sorprendente que fuese un viernes a las doce y tuviese sueño. Pero mi rutina me obligaba a dormir temprano. Ser profesora me limitaba.
-Dos de whiskey - dijo una mujer.
Yo seguía apoyada. Y, de repente, alguien me tocó la espalda, causando que saltase en el asiento.
Levanté mi cabeza y miré hacia un lado.
-¿Estás bien? - preguntó una mujer de pelo negro, ojos marrones, piel pálida y vestida con vaqueros y camisa.
Asentí y le mostré una sonrisa falsa. Cómo se le ocurría asustarme así.
Volví a apoyarme y segundos después volvió a tocarme la espalda. "Que mujer más pesada " pensé.
-Toma, uno es para ti. Soy Natalia- dijo con una sonrisa radiante.
-Gracias - Cogí el vaso hacia mí-. Yo soy Alba - me presenté y le devolví la sonrisa.
No volví a apoyarme porque tal vez volvía a hablarme. No me equivocaba.
-¿De dónde eres Alba? - preguntó mientras seguía levantada, sin sentarse en la silla.
- De Elche.
-Ya decía yo que tenías acento valenciano. Por cierto, eres muy guapa- dijo y provocó que soltase una pequeña risita.
-Ni lo intentes, soy hetero-dije para después tomar un trago.
Natalia se quedó en silencio unos segundos. Y, entonces, sentí su aliento caliente en mi nuca.
-¿Segura?
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, pero lo disimulé con una sonrisa burlona.
-Muy segura.
Natalia se quedó en silencio. Me acabé la bebida con dos tragos y me levanté.
-Bueno, me iré a bailar - dije mirándola a los ojos.
No dejé que respondiera y me fui.
Me puse en medio de la pista y empecé a mover mis caderas de lado a lado. Cerré mis ojos y me removí el pelo un poco.
No pasó más de dos minutos cuando sentí que alguien se ponía detrás de mí, pegando su erección a mí y agarrándome de las caderas.
Bajó sus manos a mis mulsos y comenzó a subirlos de arriba a abajo, provocando que comenzase a mojar mis bragas. Después comenzó a pasar sus manos por encima de mis pechos, tocando mis pezones duros que se hacían notar ya que no llevaba sujetador.
Me restregué más y ella puso su cabeza en mi hombro derecho. Me dio un beso en el cuello y después subió a mi oído derecho.
- ¿Segura?
"Vaya, no es un hombre " pensé.
No respondí y seguí moviéndome hasta que Natalia me dio la vuelta.
Nos miramos fijamente y de repente bajé mi mirada a sus labios. Estaban rosados y su pinta de ser suaves me estaban matando.
Se dio cuenta de mi mirada y pasó su lengua por ellos. Mierda.
Dio una sonrisa ladina y me cogió la mano. En estos momentos no pensaba y la seguí. Se dirigía al baño de chicas.
Entramos y cerró la puerta con pestillo.
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ALBALIA - One shoots +18 (g!p)
Fanfictionsmut a tope pa alegrarnos un poquito Adaptaciones