ALBALIA - One shoots +18 (g!p)

Secretaria (Natalia g!p)

Natalia se quedó mirando la montaña de papeles que estaba en su escritorio. Todavía no podía creer que tenía que hacer eso en sólo cuestión de dos días. ¡Dos días ¡por el amor de Dios! Y para empeorar las cosas, su miembro parecía feliz hoy y su secretaria no estaba ayudando tampoco.

"¿Señorita Lacunza?"

Natalia miró hacia arriba y vio el objeto de sus fantasías - su secretaria, Alba Reche, quien llevaba una chaqueta negra de vestir con una camisa blanca debajo y una falda color negro y corta que apenas le ocultaba sus piernas increíblemente suaves. Sintió que una punzada en su miembro al ver la increíble vista delante de ella y mentalmente se maldijo a sí misma. Cada vez tenía que hacer más esfuerzo para contenerse de saltar hacia ella y follarla en su escritorio.

''Joder, ¡deja de pensar cosas sucias sobre tu secretaria!'' Natalia se regañó a sí misma cuando sintió que su pene se endureció aún más.

No se dio cuenta de que estaba mirando a Alba mucho tiempo hasta que la rubia se aclaró la garganta. Se enderezó en la silla y le sonrió.

"Te dije que me llames solo Natalia, Alba." Natalia dijo a la rubia con una sonrisa.

"Yo... vale, Natalia," Alba se sonrojó y miró hacia abajo. Natalia sonrió y se inclinó hacia delante mientras escondía su erección de la rubia. 

"¿Hay algo que necesites?" Natalia preguntó casualmente, como si no tuviera una erección por su magnífica secretaria.

''Yo-uh, me estaba preguntando si te podría ayudar con el papeleo. Parece que tienes mucho." Alba frunció las cejas mientras su mirada se posó en la pila de papeles que descansaban en la parte superior del escritorio de Natalia.

Natalia no pudo evitar sonreír ante la oferta de Alba. Lamentablemente, tuvo que negar la ayuda en esta ocasión porque estaba segura de que Alba iba a ver el bulto en sus pantalones y se asustaría. Y no podía permitir eso.

"No, está bien. Puedo yo sola", dijo Natalia con voz tranquilizadora.

"Está bien" Alba se mordió el labio. "Voy a estar fuera por si necesita cualquier ayuda más tarde."

Natalia asintió, "Gracias, Alba."

La rubia sonrió y salió de la oficina de Natalia, cerrando la puerta detrás de ella. Dejó escapar un suspiro de alivio en cuanto la puerta se cerró. Se apoyó en su silla y abrió la cremallera de sus pantalones, empujando sus boxers a un lado mientras dejaba que su miembro respirara libre. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal - masturbarse al pensamiento de su secretaria que no estaba más que a unos pocos metros de distancia de ella. Pero ella no podía evitarlo. Estaba demasiado caliente y sólo iba a ser capaz de enfocarse en su trabajo una vez que hubiera terminado.

Acarició suavemente su pene y gimió bajo mientras imaginaba a Alba bailar seductoramente justo en frente de ella. Estaba segura de que los pechos de Alba eran perfectos, justos para con sus manos apretar y chupar. Luego estaba esa boca. Oh Dios, ¿qué cosas podría la boca de Alba hacer a su miembro? Natalia echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar un gemido mientras se imaginaba Alba de rodillas fervientemente chupando su pene y tragándolo profundamente.
Comenzó a bombear más rápido, pequeños jadeos silenciosos escapaban de sus labios al pensar en Alba chupando su carne gruesa.

"Oh-oh mierda, Alba..." gimió al pensar en ella follando la boca de la rubia. Podía imaginar la mirada lasciva en su rostro y se mordió el labio para no gemir demasiado alto.

Natalia sintió que sus bolas se contraían y las mariposas en estómago fluir, los signos de su orgasmo inminente. Echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar pequeños gemidos, conteniendose de gemir más alto.