Primera cita (Natalia g!p)

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Natalia había terminado su turno en el hospital, se había duchado y cambiado de ropa rápidamente, y prácticamente había salido corriendo hasta la cafetería donde trabaja la rubia, la única cosa en la que podía pensar era en volver a verla. Todavía pensaba haberla oído insinuar que quería que pasase algo más en su primera cita "¿Se puede tener más suerte? Conocer a una chica preciosa, graciosa y decidida, y que quiera sexo en la primera cita, no puede ser real, seguramente no lo sea".

A Natalia se le cortó momentáneamente la respiración al ver a la rubia parada en frente de ella. La miraba ruborizada, mientras se mordía el labio. Natalia no puede entender como ese simple gesto la excita tanto y no pierde tiempo en buscar la repuesta. Se lanza a por su boca como ha estado deseando desde un principio. Alba responde al beso con voracidad, pegándose más a ella y enlazando sus lenguas en el más excitante de los bailes. Después de lo que podrían ser minutos u horas toman consciencia de que aún están la cafetería. Se separan a desgana y Natalia toma su mano enlazando sus dedos con los de Alba y le da un ligero apretón mientras sonríe.

"Ven, vamos a un lugar más privado" -Alba solo podía sonreír como una tonta y seguirle sin ser capaz de apartar la mirada de su perfil.

Empezaron a andar y, tras escasos diez minutos de silencio y miradas cargadas de deseo, Natalia se detiene en la puerta de un edificio. La puerta de madera y cristal se abre y suben agarradas de la mano y regalándose tímidas sonrisas.

"¿No hay ascensor?" -pregunta sugerente la rubia, sorprendida porque le saliera la voz. Hasta ahora los nervios acumulados en su garganta no le han dejado casi ni respirar. Natalia sonrió y negó con la cabeza.

"No nos va hacer falta" -le guiñó un ojo descaradamente.

Una vez en el segundo piso giran a la derecha hasta llegar a una puerta de madera maciza marcada con el numero dos, la abrió rápidamente y le cedió el paso.

"Adelante, mi hermosa dama"

"Pensaba que ya había dejado claro esta noche que no tengo mucho de dama" -se ríe nerviosamente.

"Para mi lo eres" -le contesta algo más seria, pasándose una mano por el pelo.

"¿Quieres algo de beber? ¿Comida tal vez?" -la observa morderse el labio y asentir.

"Te quiero a ti" -dice juntando todo el coraje del que dispone.

Natalia sólo tarda un segundo en procesar la respuesta y acercarse hasta ella, le acaricia la mejilla con el dorso de la mano mientras le coloca el pelo detrás de la oreja. Con el pulgar levanta su barbilla para besarla suavemente, lame sus labios y, acto seguido, la rubia los abre dándole paso inmediatamente.

La besa, dulce y profundamente, enredando sus lenguas en una danza sensual, chupando y mordiéndose mutuamente mientras sus manos recorren con avaricia el cuerpo de la otra, amasando y acariciando todo lo que queda a su alcance, apretándose la una contra la otra como si quisieran fundirse en una sola.

Las manos de Natalia viajan por sus muslos y se cuelan por debajo de la falda palpando sus nalgas y atrayéndola hacia si, clavando su erección en el vientre de la rubia, provocando que Alba gima en su boca. Notar la suavidad de sus bragas contra sus palmas, como esa ardiente mujer se deshace bajo su tacto, la lleva a un estado difícil de controlar.

Intentando calmarse un poco, abandona sus labios para trazar un camino de pequeños mordiscos a través de su mandíbula hasta el cuello y seguir su recorrido hasta el hombro izquierdo que queda al descubierto. Lame su clavícula mientras la oye jadear en su oído.

Las manos de Alba, hasta ahora ancladas en sus amplios hombros, se desplazan lentamente trazando todas las líneas de su pecho y abdomen hasta llegar al borde de su camiseta y arrastrarla hacia arriba para poder quitársela. El torso de la morena queda expuesto a sus ojos provocando un latigazo en su sexo.

ALBALIA - One shoots +18 (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora