Primer...¿noviazgo?

530 82 10
                                    

Llevaban cerca de tres meses siendo pareja, a pesar de hablarlo cerca de dos horas, no le pusieron un nombre querían que las cosas se dieran con calma, así como su amor se forjó con pequeños detalles. En la mafia no era un secreto que su relación había dado "el paso" el primero en enterarse fue Ango al llegar cierto día a Lupin y se encontró con un Osamu borracho mordiendo el lóbulo del oído del recadero.

— ¿¡Qué demonios está haciendo Dazai san?!— el aludido desvió su atención de su acción y de manera torpe se puso en pie para darle la bienvenida a su amigo.

—Estaba marcando mi propiedad Ango, Odasaku visita a muchas esposas de miembros y no quiero que alguna lo seduzca, ¡Ya lo querían robar!— su respuesta fue lenta, arrastraba la lengua al hablar y puntualizaba sus palabras con su dedo.

— Disculpalo Ango, está algo mal y está distorsionando la historia que le conté— Había descubierto que Osamu podía ser celoso, posesivo y no deseaba enterarse que encontraron el cuerpo de alguna mujer en los canales de Yokohama.

— Nada de que entendí mal, tu camisa huele a mujer... apesta a perfume— con la expresión que tenía, parecía el mocoso que era, incluso ambos podrían jurar que en cualquier momento se tiraría en el piso a hacer una rabieta aún mayor.

Su plática iba y venia por parte de Ango y Oda, principalmente sobre trabajo y de vez en cuando se desviaba a Osamu quien quería devorarse a besos a Odasaku, Aunque aun no pasaban de esa etapa, Sakunosuke no quería que lo juzgaran por ultrajar la inocencia de un menor, sin embargo olvidaba que su pareja era nada más y nada menos que Dazai, quien lo único inocente que tenía era el dedo pequeño del pie.

Después de esa peculiar forma de enterarse de la relación de su par de amigos, el agente de de información se volvió algo así como el confidente oficial de Osamu.

— Ayer queria que Odasaku me tocara, ¿¡puedes creer que prefirió fingir que lo llamaba el casero?! Si que sabe romper la magia...

— Dazai san, en primera, quizá están siendo demasiado impulsivo, puedes ser muy listo pero ahora mismo no lo pareces, segundo, Oda san te ama y por eso te tiene respeto y tercero, lo que pase en su vida y en tus pantalones realmente no me interesa

Ango estaba entre cansado y avergonzado, aunque no se comparaba a cuando su "amigo" le pidió que le consiguiera el kamasutra y lo ocultara en su oficina.

— Se que es mayor que yo, pero quiero tener esos romances de película, sé que es imposible, pero por lo menos intentar...por cierto Ango, ¿crees que Odasaku haya tenido parejas antes?

El pelirrojo era muy reservado con su vida anterior a la mafia por lo que conseguir esa información era difícil.

— No lo sé — el hombre se llevo un dedo a sus lentes acomodandolos antes de proseguir — Es un hombre atractivo, seguro y sabe cocinar, probablemente ha robado uno que otro corazón.

— Y...¿Habrán tenido algún encuentro físico?

— ¿Cómo qué?, ¿besos?

— No, algo más como se...— Por fortuna el de lentes capto a lo que se refería y le cubrió la boca.

— No...no grite esas cosas en mi oficina o Mori me matara, sobre...su duda, debería preguntarle directamente, tratándose de usted no creo que se lo oculte

Dazai fruncio el ceño y cruzo sus brazos con indignación.

— No quiero oírlo de su boca, si me responde algo que no quiero oir presiento que querré matar a alguien

Era una "excusa" comprensible, pero aun así, Ango paso el resto de la tarde tratando de explicarle que la confianza y comunicación en una relación eran importantes, incluso buscaron videos en internet que apoyaran su idea.

Con esa incógnita, Dazai tuvo que esperar pacientemente tres días a que su amorcito llegara, en ese tiempo debía mentalizarse para hablar, incluso se deshizo de las armas de su casa por cualquier duda.

El día de su regreso, Odasaku se veía cansado pero una suave y delicada sonrisa se marcaba en sus labios, estaba feliz por volver a su hogar donde sabía que alguien lo esperaría.

Así fue, desde lo lejos pudo ver la luz de su departamento prendida, tan solo esperaba que no hubiese tocado nada su cocina. Al abrir la puerta busco con la mirada a ese pequeño que le alegraba el alma.

Ahí estaba él, sentado en el barato sofá color chocolate que adornaba su sala, sin embargo por su expresión sabia que de nuevo algo atormentaba su cabeza

— Dazai, es bueno ver que te dejan estar despierto después de las ocho de la noche— esperaba que esa pequeña broma pudiera romper el ambiente y lo consiguió.

— ¡Soy el jefe de todos Odasaku! no pueden darme ordenes tan estúpidas como irme a la cama temprano.

Su respuesta fue interrumpida por esa peculiar caricia en su cabeza, lo que invito a que se arrojara a sus brazos besado sus labios y enredando sus brazos alrededor del cuello del recadero.

— Te extrañe...

— No puedo dejarte ni un día o comienzas a pensar de mas, sería bueno que soltarás la pregunta antes de que caliente la comida

Osamu lo dudo un par de minutos, caramelo contra cielo, ambas miradas se mantenían firmes.

— Odasaku...¿soy tu primer algo?

— Es una pregunta algo extraña, pero creo entender, sin embargo creo que es mejor saber específicamente a que casos.

Dazai sabia que era verdad, si dejaba que respondiera algo tan abierto lo haría enojar, por lo que rápidamente hizo una lista bajo la atenta mirada del pelirrojo

— ¿Tu primer beso?

— No— El corazón del suicida se estrujó ante su respuesta, pero de manera masoquista continuo

— ¿Tu primera cita?

— ...No

— ...¿Tu primera pareja?

— No

No estaba seguro de que si quería saber preguntando, pero Oda le tomo del menton invitando a que siguiera

— ¿Tu primera vez en la cama?...

— No... Sin embargo,creo que te falta la pregunta mas importante, Osamu, tú eres mi primer amor, mi primera debilidad, mi razón viva para mantenerme en este mundo

Sus dedos acariciaron las mejillas del joven, lo había visto tragar saliva con sus preguntas y no quería atormentar lo mas

— Ninguna de esas otras preguntas significan lo mismo, si no las hice con amor, además de que es el pasado, tú no necesitas ser solo mi primera vez en algunas cosas, ya que todo lo que me falta por vivir sé que será a tu lado.

Osamu se sentía algo idiota, aquel día en el que se confesaron ya había escuchado sus sentimientos y aun así quería asesinar a esas personas,tal vez no por que le quitaron su "primera vez" con Odasaku, mas bien, por no haber aprovechado al increíble hombre que era.

— Ahora me siento tonto, ¿podemos fingir que fue una excusa para qué me dijeras esas palabras tan lindas?

El pelirrojo le sonrió antes de acomodarlo contra su pecho.

— Si te da mas confianza te lo diré cada mañana y cada noche por el resto de mi vida


La primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora