Cariba.

Sydney parte II

Me había despertado al rededor de las diez am al día siguiente, tome una ducha, me puse unos short negros y una remera suelta, me dirigí al piano en el extremo de mi habitación, había soñado con una hermosa melodía y mis manos reclamaban tocarla, luego de un par de horas ya había conseguido sacar la canción entera, no la reconocía, pero la sentía familiar.

Baje a la cocina, con la idea de buscar algo para comer,  papá ya no estaba en casa y mamá había decidido pasarse por el super? Kyle apreció bajando las escaleras con nada mas que unos pantalones sueltos que colgaban de sus caderas, el tierno niño que había conocido de pequeña había sido reemplazado por un fogoso adolescente de diecisiete años de cabello castaño y ojos celestes, con un cuerpo completamente tonificado, en pocas palabras tenía un dios de hermano.

-Hola enana. Saludo y revolvió mi cabello. Que te parece si vamos a almozar a algún lugar fuera?

-Lo dices enserio? El solo asintió. Eso sería genial.

-Pues entonces vamos. El tomo las llaves del Jeep Wrangler color negro que papá le había regalado hace un año y marchamos de paseo.

La primera hora nos las pasamos dando vueltas, pasamos por la playa cercana a casa, por un enorme centro comercial que me prometió visitar después y por otra gran cantidad de lugares hermosos, pasamos por una cafetería llamada Clover que tenía un aspecto increíble y decidimos almozar allí.

Unas hamburguesas completas y unas malteadas de fresa ya estábamos satisfechos, Kyle pago la cuenta del lugar y nos dirigimos devuelta a casa por trajes de baño, queríamos ir a la playa.

Para la hora en que llegamos eran prácticamente las tres, la playa estaba repleta de jóvenes que seguro algunos serían compañeros en el instituto, nos sentamos bajo una sombrilla grande y Kyle no tardo en llamar la atención de un grupo de chicas, ellas se acercaron hablar con el y lo invitaron a jugar voley playero, el acepto con gusto.

-No vas a venir?. Me di la vuelta al escuchar la voz de una de las chicas, ¿Me estaba invitando a jugar con ellos? ¿A mí? No podía ocultar mi asombro, era la primera vez que alguien que no fuera de mi familia me invitaba hacer algo.

-Me lo dices a mi? Obviamente no pude evitar preguntar, tenía que asegurarme, ella soltó una suave risa y luego asintió. Si, la verdad me encantaría dije poniendome de pie.

Jugamos por horas, para cuando decidimos acabar prácticamente había oscurecido, me había divertido como nunca antes, resultó que era buena en el voley playero, Kyle era simplemente genial.

Las chicas que nos habían invitado y sus amigos fueron los primeros chicos de mi edad con los que me relacione y para ser mejor la mayoría iba en nuestro instuto, así que no estaría por completo pérdida mañana... oh por dios mañana comenzábamos el instituto, no tenía nada listo aún.

Kyle me llevo a casa, cocine pasta y esperamos a papá y mamá, cuando llegaron les conte sobre todos los lugares a los que fuimos con Kyle, les conté sobre el partido en playa y sobre lo bien que me habían tratado, estaba más que emocionada, en mi rostro ya no cabía mi sonrisa, mi cabello parecía ondearse con un viento inexistente y estaba más brillante que nunca, estaba resplandeciente de alegría.

Mamá también estaba muy feliz,  había ido a conocer a los vecinos como quería y dijo que a unas dos casas hay una familia con un chico de nuestra edad, a papá lo habían aceptado muy bien en su primer día como jefe en la empresa de aquí y eso era mas que bienvenido y Kyle seguía hablando de la chica que nos invitó a jugar, sobre su voluminoso cuerpo y de como había conseguido que le diera su número... en teoría parecía que para todos había sido muy grandioso día, puede que Sydney no sea tan malo y que en verdad sea un buen nuevo comienzo.

Al terminar ayude con la mesa para luego dirigirme a mi habitación, tome una ducha, lave mis dientes y cepille mi cabello, con el pijama ya puesto me acosté en la cama,  intenté dormir pero no podía, tome un libro que venía leyendo y no podía concentrarme, mi mente estaba divagando, recordando el día de hoy, pensando en el instituto en si sería bueno o malo, y lo más presente en mi mente era que una y otra vez recordaba la melodía de mi sueño anterior, comencé a taratearla, el sueño comenzaba a llegar, estaba perdiendo la conciencia sumergiendome en el mundo de los sueños, de la nada palabras resonaron en mi mente y antes de cerrar los ojos palabras fueron susurradas... "Donde nadie más llega, te voy a encontrar y desde la profundidad resurgiras".