Cariba.

St. Blidow

El despertador sonaba y sonaba pero me negaba a abrir los ojos, no me sentía lista para un nuevo instituto y mucho menos cuando las clases ya habían empezado hace un par de semanas, el verano ya había terminado pero las brisas frescas del otoño aún no llegaban por aquí. Sin otra alternativa saque mi perezoso cuerpo de la cama, tome una ducha, seque mi cabello el cual estaba más rosa y brillante que nunca. El uniforme del instituto consistía en una falda plisada negra que llegaba desde mi cintura hasta la mitad de mis muslos, una camisa blanca que se señia perfecto a mi cuerpo pequeño, corbata y zapatos negros y medias blancas.

Una vez lista baje a desayunar, Kyle ya estaba allí con su uniforme que le quedaba perfecto devorando una gran porción de hot-cake, mamá me saludo con un sonoro beso en la mejilla al verme y me sirvió un plato igual al de Kyle, comi en silencio contestando solo con monosílabos si era necesario, la verdad no me emocionaba para nada el comienzo de clases.

El camino hacia el instituto fue en silencio por mi parte, mi hermano intentaba animarme somos muy unidos y por eso se que le dolía o molestaba verme mal, yo solo esperaba que hoy no fuera un pésimo día.

La secundaria St. Blidow una de las más grandes que había visto se alzaba frente a mi, estaba muy nerviosa mientra esperaba a que Kyle terminara de estacionar en el aparcamiento del instituto, los chicos y chicas del aparcamiento charlaban animadamente entre sí, Kyle apagó el motor y se volteó hacía mi justo en el momento en que subía la capucha de la sudadera que había traído.

-Sabes que allí afuera hace mucho calor como para usar susadera no?. Preguntó el arqueando una de sus cejas hacia mi.

Es inútil que intentes esconder tu cabello, ellos lo verán tarde o temprano, el te hace única y sabes que no debes prestar atención a lo que digan los demas Am. Las lágrimas amenazaban con aparecer en cualquier momento, yo sabía que el tenía razón, no podía esconderme siempre, me quite la susadera, y me volteé hacía mi hermano ofreciendole una de mis timidas sonrisas, el apretó mi mano a lo que murmure un gracias antes de bajar.

La secundaria St. Blidow... era genial, apenas hacía tres horas que estaba aquí pero en ese corto tiempo nadie, NADIE, se ha burlado de mi, si recibí más de una mirada cuando ingrese y en las clases pero a parte de eso nada.

Mis clases fueron normales, me hicieron presentarme en todas ellas pero nadie hizo comentarios raros ni nada, tengo más de cinco clases con Kyle lo cual es muy bueno porque el me ayuda siempre.

Ahora me estaba dirigiendo a la cafetería, aunque mi día iba siendo bueno todo se podría arruinar ahora, entre y me dirigí directo a la fila sin mirar hacia las mesas, el menú era bastante variado pero me decidí por un plato de fideos con salsa y un jugo de naranja, pagué y me dirigí a una de las pocas mesas vacías, nadie me dirigía la palabra, no escuchaba burlas, todo iba bien... una mano haciendo presión levemente en mi hombro me saco de mis pensamientos, me gire para encontrarme con unos hermosos ojos celestes y un corto y desordenado cabello dorado que se inclinaban hacia mi.

-Querida estas en nuestra mesa. dijo aquel chico con una sonrisa de lado en su rostro, quien se creía que era para llamarme querida.

-Yo no soy tu querida. dije entre dientes, el me miro con algo de sorpresa, la sonrisa arrogante apareciendo en su rostro nuevamente.

-Ya deja a la pobre chica en paz Blake. dijo una voz de chica desde un par de metros atrás, dirigí mi mirada hacía la voz para encontrarme con una mota de cabello azul y eso no era todo, había otras, una chica de cabello rojo fuego y otra con cabello violeta se dirigían hacía nosotros, la chica de cabello azul se apoyó en el hombro del rubio mirándolo descaradamente.

No la molestes o es que quieres que vuelva hablar con mamá.

-Vete a la mierda Amber, solo estaba jugando con ella. respondió el ahora malhumorado. Por cierto me llamó Blake y esta es mi tonta hermana Amber. estiró su mano en mi dirección y la sonrisa otra vez brillaba en su rostro, tome su mano y se la apreté, un escalofrío subió por mi brazo cuando lo hice y me aparte rápidamente.

Amber me sonrió y luego todos se sentaron en mi mesa.

-Eres nueva aquí no?

-Si, nos mudamos hace dos días.

-Y de donde vienes? pregunto Amber. A por cierto ellas son mi amigas Lily dijo señalando a la chica de cabello rojo y ella es Tess.

-Nos mudamos desde Doncaster, nuevo trabajo de papá.

Estuvismos charlando durante todo el almuerzo, estas chicas eran geniales, se parecían a mi en muchos aspectos, pero se notaba que eran diferentes al resto de chicos -apartando sus cabellos- ellas absorbian la atención del lugar, era imposible dejar de mirarlas... Parecían de otro mundo.