🍂𝐍𝐨 𝐝𝐢𝐠𝐚𝐬 𝐠𝐫𝐨𝐬𝐞𝐫í𝐚𝐬 🍂 [𝐘𝐌] A̵d̵a̵p̵t̵a̵c̵i̵ón̵

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Era el día. Ya habían pasado dos largas semanas en las que el pequeño de orbes esmeralda había estado esperando ansioso el tan anhelado primero de febrero. Al fin "dejaría" de ser pequeño y se convertiría en un niño grande como había dicho el ojiazul.

Le había hecho mucha ilusión desde que sus padres le mencionaron una fiesta. Ellos esperaban no decepcionarlo, era pequeño y quizás no entendía que la familia de Yoongi y la ruta no eran iguales.

En el momento en que ambos niños estaban juntos no importaba nada, pero entre adultos las clases sociales tiene influencia.

Los Min son una familia de dinero, cosa que a los Park no les carece, sin embargo tampoco pueden presumir. Otro de los problemas que Mark tiene con esa familia.

Es un hombre de mente cerrada.

-Sábado.

La mañana de el primero de febrero el pequeño de ojos color jade se encontraba recostado en su cama rosa aún sumergido en sus dulces sueños, una persona lo despertó, abrió los ojos de inmediato con una sonrisa en su rostro por la voz de su madre entonando esa típica canción de "Feliz cumpleaños".

-¡Mami!- habló un poco ronco el menor tallando sus ojitos con sus manitas en puño.

-Feliz cumpleaños, Amor.- la mujer se acercó a su pequeño para brindarle un caluroso abrazo al que el niño correspondió alegre.

-Glacias mami.- bostezó suave en su hombro y deshicieron el abrazo, el pequeño se aproximó a hablar-mami, ¿podemos il a casa de Yoon?- junto sus manitas a manera de súplica e hizo un pequeño puchero.

-Amor, sabes que no vamos a tener tiempo, además el va a venir en la tarde.- explico la mujer por lo que el de ojos color jade se levantó y empezó a saltar en la cama emocionado.

-Va a venil Yoon- la mujer asintió sonriente al ver a su pequeño Yam alegre.- y va a venir JungKook, y Nam, y Hobi, y-y TaeHyung.- Sus mejillas estaban rojas y su sonrisa tan grande, la emoción era evidente.

-Si, Yoongi va a venir.

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-¡Mamá!- Él ojiazul gritaba por toda la casa en busca de la mujer.

-pero si ya te escuche Yoongi, ¿que quieres?- habló molesta la mujer.

-¿Es cierto que hoy Jisoo tiene que ir a practicar y nosotros tenemos que acomodarla?, dime que es mentira y solo es una chiquilla enfadosa- acarició su cien en señal de estrés.

-Lo siento Yoongi, tenemos que acompañarla- la mujer se tornó seria.

-Pero mamá, hoy es la fiesta de Jimin y yo tengo que estar ahí con el, le prometí ser el primero en llegar.- la imagen de el ñoño con los ojos apagados, un poco brillantes por la lagrimas que amenazaban con salir y un puchero formándose en sus delgados labios era simplemente una que le rompería el corazón a cualquiera.

-Es una hora antes, no te preocupes amor, llegaremos a tiempo.- Él menor suspiro rendido limpiando sus ojos con la estirada manda de su camisa a rayas.

-Mamá, es el cumpleaños de Minnie, y-yo lo quiero mucho...- Irene se apresuró a tomar a su pequeño en brazos y sostenerlo.

-No hagas escándalo que te digo que todo estará perfecto.- besó su frente.- Ahora deberías estar arreglándote, después de ir con Jisoo te prometo que llegaremos con Jimin.