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Al día siguiente por la mañana Jooe se levantó temprano, la mujer estaba apurada ya debía hacer muchas cosas en poco tiempo. Tenía que prepara el almuerzo de su hija, preparar las cosas que Jimin llevaría en su primer día, llevar a él mencionado a la guardería, llevar a Rose al colegio para ir a su nuevo trabajo. Y esto sin mencionar que Irene le había ofrecido recoger a su hijo a petición de Yoongi, haciendo que el trabajo de la castaña fuese fácil.

Ya iban tres en el auto en dirección al centro de cuidados infantiles. Rose miraba un video en el celular, mientras que el de canales color esmeralda reposaba en el asiento trasero con sus ojitos cerrados soñando con corderitos y princesas.

Llegaron a la guardería a eso de las siete y treinta. Jooe dejó a Rose en el auto y bajo con Jimin cargando junto con un bolso en el que llevaba las pertenencias de él chiquillo.

No tardo más de diez minutos en dejarlo, se quedó viendo como se lo llevaban.


Una hora más tarde...

El pequeño de orbes color esmeralda despertó asustado por una pesadilla. Noto que estaba acostado en una especie de cojín esponjoso, eso definitivamente no era su cama, y quería a su mami.
Volteó a ambos lados para buscarla, pero el lugar en donde estaba era desconocido para él.

-¿Mami?- balbuceó. No llegó su mamá, en cambio observó como una mujer de cabello castaño obscuro que antes hablaba con una rubia se acercaba a él.

-¡Hola chiquitín!, yo soy Jannet, ¿tu como te llamas?- la mujer tenía una enorme sonrisa que hacía que se le marcaran horribles arrugas en las esquinas de sus ojos, eso no era bonito y asustaba al pequeño.

-Qué te impolta.- hizo un puchero- ¿Donde está mami?

-Tu mami fue a trabajar bebito volverá en la tarde por ti, ¿Qué te parece si mientras llega nos vamos a divertir con los otros niños?- se acercó con intenciones de cargarlo pero el niño la pateo.

-¡No quielo!, ¡Déjeme! ¡Ayudaaaa!- todos voltearon a ver la escena, jannet mantenía una sonrisa forzada.

El rizado ya había comenzado a llorar.

-¿Que hiciste ahora?- habló una chica de cabello negro con rosa que se acercaba a ver lo que pasaba. A Jimin le parecía bonito, el color rosa era su color favorito.

-Solo trate de cargarlo.- se excuso volcando una mano en su cintura.

-Yo Tomare al bebé y lo llevaré con los demás.- se acercó a Jimin y lo tomó entre sus brazos.- Ya, ya pasó la vieja mala no te molestara más- limpio sus lágrimas.

-Ella-a me quelia agalal-sollozó.

-Ven vamos- lo cargo hasta una zona donde habían más niños.- Me llamó Melanie, ¿Tu como te llamas bebecito?- Le hizo cosquillas.

-Park Jimin -le mostró una sonrisa.

-¡Que bonito nombre!, bueno ¿quieres ir a jugar con los otros nenes?- Él pequeño negó aferrándose a ella.

-No quielo.- se acomodó en su pecho.

-Oh vamos, ellos no te van a molestar. Sólo quieren jugar contigo.- lo animo mientras lo colocaba en el suelo.

-Mm, ¿Con quien podrías jugar?- inspección el lugar con la mirada.

- ¡Ah, yase!, ¡Aarón!- gritó para llamar a un niño de cabello y ojos color miel.

-¿Que pasa?- Él rizado lo observo, llevaba un moño rosa en la cabeza y una faldita de él mismo color.

-¿Puedes llevar a Jimin a jugar contigo y Heon? Pregunto suave.

-Sipi-batió sus pestañas y embozo una sonrisita, extendió su mano hacia el de ojos verdes.

-Ve con el.- Jimin asintió y tomó su mano. Él ojimiel lo llevó a sentarse en unas pequeñas sillas rosadas frente a una mesita, dónde habían unas tazas y platitos.

-Puedes sentarte dónde quieras.- le tendió una taza y un plato.- es para la fiesta de el carpintero azul.

-Me llamó Heon- habló el de cabello castaño.

-Yo me llamó Aarón, el es el carpintero azul.- susurró lo último causando la risa de el rizado.

-¿Tú como te llamas?

-Soy Park Jimin.

-¿Quieres jugar con nosotros?- le sonrió torcido.

-Si.


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¿crees que esté feliz de verme?- preguntó el pequeño saltando en su asiento.

-Claro que si, mi vida.

Irene iba caminado a la guardería. Yoongi estaba emocionado y no paraba de hablar, le prometió a Jimin ir por el y así lo estaba haciendo, su papá le dijo que un hombre siempre cumple sus promesas.

Ya habían llegado y si no fuera por el seguro de niños, hace cinco minutos que el ojiazul ya hubiera salido corriendo.

Bajaron de el auto, Jisoo tomó la mano de su mamá y sonrió hacia Yoongi.

-Yoongi, no quiero que corras...

-No te preocupes mamá. No voy a correr.

-Por eso te voy a poner esta correa de monito, para que no salgas corriendo como haces siempre.

-Mamá...

-No, Yoongi no discutiré, date la vuelta.- asintió.

Entraron a buscar a Jimin, aun que Yoongi solo quería salir corriendo y hundirse en los brazos de su rizadito.

Llegaron a el salón donde tenían a los niños mayores. A lo lejos alcanzó a divisar una mata de cabello rizado, chillo con emoción y se dirigió a donde su pequeño estaba.

-¡Jiminnie!- Habló emocionado y por primera vez notando la presencia de los otros niños, frunció el ceño.

-¡Yoon! -se giró para abrazarlo.

Los otros dos niños presenciaron la escena extrañados observándose entre sí.

-Te extrañe mucho.- Dejó un pequeño beso en su cuello, ocultándose en esa parte.

-¿Quin es Jimin?- Habló Heon.

-Él es mi Yoon, somos amigos.- lo abrazo.

-¿Y tu quien eres?

-Me llamó Heon y el es Aarón- le sonrió.

-Ya nos vamos a mi casa Jimin- lo tomó de la mano.

-Ya me voy, adiós Aarón, adiós Heon.- se despidió con la mano mientras era arrastraba por Yoongi.



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¿Vamos a dolmil juntos YoonYoon?- habló el de ojos jade mientras saltaba sobre la cama.

-Si quieres.- Yoongi terminó de ponerse la camisa de ponerse la camisa y se sentó en la cama.

-Si quielo, me gusta que me ablaces en la noche. Ya no me da miedo.- Se sentó frente a Yoongi y ladeó la cabeza como un tierno gatito y sonrió.

-Ya vamos a dormir- el ojiazul se levantó y camino de puntitas sobre sus pies descalzos a apagar la luz.

Se acomodó junto a el pequeño rizado en la cama y le proporcionó un suave beso en la frente seguido de un abrazo.

-Qué descanses Mi Yoon.- se acurruco entre sus brazos sintiendo el calor de su pecho.

-Tu también Minnie.

🍂𝐍𝐨 𝐝𝐢𝐠𝐚𝐬 𝐠𝐫𝐨𝐬𝐞𝐫í𝐚𝐬 🍂 [𝐘𝐌] A̵d̵a̵p̵t̵a̵c̵i̵ón̵ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora