Capítulo 21

1.7K 52 5
                                    

HUGO
Entro a la habitación de Eva para coger unos calzoncillos. Grave error, por no llamar a la puerta antes.

Una escena muy caliente se presenta ante mí.
Eva con nada más que un tanga y el pelo mojado está de espaldas a mí echándose crema por el cuerpo.
JODER.

Me quedo observándola sin hacer nada. Su cuerpo desprende un magnetismo que ni siquiera soy capaz de reaccionar cuando ella nota mi presencia.

-¡Hugo! -Coge rápidamente una sudadera que tenía justo al lado y se la pone. -¡Podría haber entrado mi padre! Y si llega a ver la situación... Te habría matado.

Le sonrío de lado.

-Bueno, si estás tan buena... ¿qué le voy a hacer? -Bromeo acercándome a ella.
-Idiota. -Niega con una sonrisa. -¿Qué querías?
-Ah, si. Calzoncillos.

Los cojo y salgo muy rápido.

Al poco rato sale Eva ya vestida del todo.

La recorro con la mirada y la imagen de ella casi desnuda vuelve a mí mente.
Me muerdo el labio inferior y trato de controlar mis pensamientos.

-¿Vamos? -Pregunta Eva.
-Aja.
-Volvemos tarde. -Suelta Eva simplemente a su padre, que está en el sofá.

Este asiente y nos hace un gesto de despedida.

-¿Qué vamos a hacer? -Le pregunto cuando llevamos un rato andando.
-Hay una fiesta en el bar de un amigo. -Suspiro. -No seas quejica, ya hemos llegado.
-Bien.


EVA
Entramos al bar y a lo lejos puedo apreciar a algunos de mis amigos de la infancia.

-¡Chicos! -Exclamo casi corriendo hacia ellos y tirando del brazo de Hugo para que me siga.

Nos damos un fuerte abrazo.

-Os he echado de un de menos.
-Y nosotros a ti, no sabes cuánto. -Mi exnovio me pasa el brazo por los hombros y noto la mirada de Hugo ahí.

La verdad es que no niego que el tono y la acción de Adri han parecido coqueteo, pero por conocerle sé que está de broma. Aunque Hugo no.

-¿Te invito a algo? -Sigue bromeando.
-Si, por favor.

Nos alejamos hasta la barra. Al rato me entran ganas de ir al baño por llevar ya tres vasos así que voy.
Cuando cierro la puerta, alguien me estampa contra esta y siento unos labios sobre los míos y los reconozco al instante.
Nos separamos por la falta de aire.

Hugo se queda mirandome directo a los ojos y me sonríe. Tras esto me aparta de la puerta y sale sin decir nada más.
Yo me quedo quieta aún con la respiración acelerada y los latidos a mil por hora.
¿Qué acaba de pasar?

Evugo - Blonde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora