Evugo - Blonde

Capítulo 11

Hugo

-WOW. ¡Menudo fiestón!

Eva tira de mi hacia mitad de la pista de baile.

-¿Estás bien? -Me sonríe arrimándose mucho a mi oído y susurrandome con voz ronca.
-S...-No puedo acabar la frase porque Eva se apega aún más a mi. Sentir su aliento cerca de mis labios provoca que me ponga nervioso y por lo tanto decido cortar el acercamiento. -Oye me voy a ir un poco a saludar a unos amigos.
-Vale. Luego nos vemos. -Me guiña y yo asiento alejándome y dirigiendo la vista de un lado a otro.

Consigo divisar a Mario en una esquina y sin dudarlo me acerco.

-Hola, tío. -Le doy un abrazo. -¿Qué tal?
-Todo bien. Despejándome un poco.
-Yo igual, harto de exámenes.

De pronto Mario me dedica una sonrisa maliciosa y yo elevo una ceja.

-¿Qué pasa?
-¿Y esa tía que está tan buena?

Señala a Eva, que está sentada en la barra riéndose con una amiga que creo que se trata de Carla.

-¿Qué pasa con ella?
-No te hagas el tonto que os he visto llegar juntos.
-Ya, bueno. Es la novia de mi hermano.
-¿Qué es la novia de Ander? Eso si que no me lo creo. Con lo que es tu hermano...
-Pues sí, es sorprendente.
-Si y no parece que a ella le importe mucho.

Vuelve a señalar hacia Eva y puedo notar como esta parece estar ligando con el camarero.

-Ahora vuelvo o bueno quizá no. No lo sé.
-Sisi. Tranquilo.

Camino deprisa hacia la castaña y la separo del camarero dado que tienen sus caras muy cerca.

-Eva, ¿qué coño haces?
-¿Qué pasa? ¿Te pones celoso?

Parece que está bastante borracha.

-Joder, Eva.

La bajo del asiento y se cuelga de mi cuello, dejando un beso en él.

-¿Bailamos? -El aliento la apesta a alcohol. -Porfiiii.
-Estás muy borracha. Voy a llevarte a casa.
-Nononononononononono. Porfi.

Pone un puchero y suspiro.

-Esta bien. Un baile y a casa.
-Lo prometo.

La sujeto por la cintura, ella agarra el cubata y vamos hacia el centro de la pista de baile.

La canción lenta que estaban poniendo hasta ahora es cambiada por una de reggaeton bastante fuerte así que Eva empieza a moverse al ritmo y yo trato de seguirla, a pesar de no ser verdaderamente lo que se dice un buen bailarín.

Sus manos son dirigidas directamente a mi pecho y las pasa suavemente por este mordiéndose el labio inferior al tiempo que no deja de cotonearse.

Baja su cuerpo hasta estar acuclillada en el suelo sin despegar sus manos del mio y me dedica una mirada penetrante.
Mi mirada no puede despegarse de ella. Joder, me está poniendo y mucho.

Vuelve a subir hasta estar a mi altura y se lleva el cubata a la boca, cogiendo con esta un hielo.
Se acerca aún más a mí y pega su boca con el hielo a mi cuello. Un escalofrío me recorre
y cuando creo que ya no va a poder ir a más, pega su culo a mi y comienza a moverlo.

Un recuerdo de lo que pasó meses atrás también en una discoteca me llega y al sentir que en cualquier momento voy a cometer una locura, la separo de mi casi de un empujón.

-Ya está. Vámonos.
-Pero aún no ha acabado la canción.
Ignoro sus quejidos y tiro de ella hasta llegar a mi moto.
-¿Crees que estás bien como para ir agarrada a mí o tengo que llamar a Ander?
-Bien. -Susurra enganchada a mí.
-Vale pero no te caigas.
-Nop.

Me subo al vehículo y cuido de que ella esté bien agarrada.