Evugo - Blonde

Capítulo 37

EVA
Hugo cierra y se acerca rápido.

Me rodea con sus brazos y yo lloro en su hombro.

-No saben si va a despertar...
-Shhhhhhhhhhh. -El rubio me da caricias en la espalda y besos en el pelo. -Claro que lo hará.

Su voz es segura y me hace sonreír entre lágrimas.

-¿De verdad lo crees?
-Por supuesto. Y por algo me llaman... Nada, en verdad no me llaman nada pero yo sé que tengo razón.

Me río y miro a mi padre.
Está tan inerte...
Suspiro y la alegría se va de mi cuerpo.

Me separo y Hugo hace que le mire.

-Hey, no. -Me dice como si se hubiese dado cuenta de lo que estoy pensando. -Va a estar bien, todo.

Asiento más convencida. No se cómo lo hace pero es capaz de hacerme creer todo lo que dice.

-Vamos a salir un poco, no te viene bien estar aquí.
-No.
-Venga, Eva. -Me mira directo a los ojos. -Por favor...
-Es que no quiero ver a tu hermano...
-Salimos por el otro lado.

Me lo pienso durante unos segundos hasta que acabo por asentir.

-¿Y a dónde vamos a ir? -Le pregunto cuando me lleva al aparcamiento a coger el coche.
-A comer comida de verdad y a darnos un rato de libertad.

Sonrío, falta me hace.

-Vale. Pero no vale llevarme a sitios raros. -Bromeo y él me dedica un guiño.
-No prometo nada.

Hemos acabado en un burguer de una gasolinera pero la verdad es que la hamburguesa que me estoy comiendo está buenísima.

-¿Le has dicho a tu madre que nos íbamos no?

Abro mucho los ojos.

-Pues no...
-Anda escríbela antes de que te mate.

Al encender el móvil me sale que tengo varios mensajes sin leer y trago saliva.

-Voy a morir.

Hugo se ríe.

Pero me sorprendo mucho cuando veo que los mensajes no son de mi madre si no de Ander.
Bufo al leer el último y lo ignoro completamente entrando al chat de mi madre.

-Estoy dando una vuelta con Hugo. -Escribo simplemente y se lo mando.

Apago el móvil y vuelvo a guardarlo.

-¿Ya?
-Ajá.
-Bien. Porque esta salida va a durar.
-Miedo me das...
-Normal. -Me guiña levantándose. -Vamos.

Le sigo con gusto.

Que ganas de vaciar mi mente por un rato y dejarlo todo a un lado por unas horas.