Capítulo 40

1.7K 47 2
                                    

HUGO
-Por fin en casa. -Suspira Eva saliendo del coche.
-Creía que tu casa era Galicia.
-Bueno, eso este año ha cambiado. -Me sonríe. -Y no puedo estar más feliz de vivir aquí.

Se tira sobre mi sofá.

-Pues me encanta que pienses eso. Porque aquí vivo yo. -Le guiño.
-Lo sé. -Me siento a su lado. -Y eso es lo que me encanta.

Cuando dice eso abre mucho los ojos y va a decir algo más pero es interrumpida por su móvil, que comienza a sonar.

-Dame un segundo.

Se retira y yo me quedo sumido en mis pensamientos.
Pasan unos minutos y vuelve.

-Era Ander para avisar de que aún le queda mucho para llegar.

No puedo evitar alegrarme de poder pasar mucho más tiempo a solas con Eva.

Vuelve a sentarse a mi lado y la miro a los ojos.

El silencio reina de nuevo pero yo no tardo en cortarlo.

-A mi también me encanta que vivas aquí, por cierto. -Meto un mechón de pelo tras su oreja. Y pienso en mis siguientes palabras. -¿Sabes? Desde hace unos días me he estado aguantando porque querías que fuese tu amigo... Por tenerte cerca, ya sabes. Pero me he dado cuenta de que no puedo más, Eva.

Su mirada es confusa y yo llevo mi mano a su mejilla, para acariciarla suavemente.

-¿Qué estás...?

Me acerco a su cara y cuando no se aleja acabo por juntar nuestros labios.

Nos besamos por un rato largo. Pero no hay rudeza en él, sino desesperación y ternura.

Nos separamos para tomar aire y Eva se sienta a horcajadas sobre mi.

-Yo también quería... Pero no podía.

Volvemos a besarnos y nos vamos quitando la ropa hasta quedar solamente con la interior.

-Deberíamos parar... ¿Si viene Ander?
-Dijo que tardaría.

Nos sonreímos y sigo dándola besos desde los labios hasta el comienzo de las bragas, las cuales retiro segundos después.
Me separo y saco un preservativo de mi bolsillo trasero.

-Me sorprende lo preparado que estás.
-Siempre.

Nos reímos y me lo coloco.
Me pongo sobre ella sin apoyar todo el peso.

-Estás segura ¿no?

Asiente y no tardo en hundirme en ella, primero moviéndome con suavidad para ir aumentando.

-Te quiero. -Suelto cuando estoy por llegar.

Y me arrepiento cuando no escucho una respuesta de su parte.

Me mira a los ojos y sonríe.

-Yo también te quiero.

Me echo sobre ella y sin dejar de moverme junto sus labios con los míos.

Evugo - Blonde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora