Capítulo 22

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HUGO
Mis celos me han ganado y he besado a Eva.
Y menudo beso...

Suspiro pesadamente limpiándome el pintalabios de la boca.

-¿Dónde está Eva? -El ex se acerca a mí y yo apreto los puños.
-En el baño. Seguramente recuperándose del beso que nos hemos dado.

El chico me mira con los ojos muy abiertos y yo sonrío con suficiencia.

-Si la ves dila que la espero en la entrada para volver a su casa.

Sin dejar de mirarme, asiente aún perplejo.

Salgo fuera y saco un cigarrillo de mi bolsillo.
Me lo llevo a la boca y suelto el humo.

-No me gusta que fumes. -La voz de Eva hace que sonría.
-Incompatible con que yo ame fumar.
-¿Nos vamos ya?

Asiento y comenzamos a caminar alejándonos del lugar.

El silencio reina durante más de la mitad del camino.

-Hoy me he puesto muy celoso. -La admito sin dejar de mirar al frente. -Y realmente no sabría decirte yo porque.
-¿De Adri? -Asiento y suelta una risita. -Estaba bromeando.

Alzo las cejas sorprendido y para qué negarlo, aliviado.

-Ah. -No sé qué más decir y ella parece que tampoco.
-¿A qué vino el beso? -Su pregunta no me sorprende, la llevaba esperando desde el principio.
-Ya te lo he dicho, estaba celoso.
-Ajá. ¿Y quién te dio permiso?
-Pues la verdad, tú.

Me sonríe pícara.

-¿Ah sí? Pues yo no recuerdo haberte dado ninguna señal.
-Te divirtió verme celoso.

Asiente.

-Me has pillado.

Sonreímos y llegamos a su casa.
Sin hacer ruido caminamos de puntillas al interior pero las luces se encienden.

-Hola. -El padre de Eva nos mira de brazos cruzados. -¿Tarde es de madrugada?

Su ceño fruncido refleja que no le hace ninguna gracia.

-Vamos, papá. Ya tengo 17.
-Ajá, 17, que no 18.

Eva suspira.

-Tú no eras tan irresponsable. -Esta vez me mira a mí y parece que su enfado aumenta. -No me cuesta mucho imaginarme la razón...

La castaña sin atender a nada de lo que su padre dice, sube escaleras arriba y cierra la puerta de su habitación de un portazo.
Yo no tardo en también ascender por estas, pero justo antes de llegar arriba me paro al oír la voz del padre de Eva.

-No deberías haber venido.

Suspiro y busco mi pijama en el armario del pasillo mientras recuerdo a Eva diciendo que le iba a caer bien a su padre...

Evugo - Blonde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora