×Darkness×

Capítulo Dos

Ya estaba escuchando a los pájaros cantar, había caído el sol y la luz se colaba por alguna que otra grieta. Había que seguir, tenía que encontrar un lugar para planear mi venganza. Tengo que llevar a cabo algo contra ese oso cuanto antes, no sé el qué, pero quiero que sufra.

—Me siento mal eh, Fargan, Rubius es nuestro hermano y se la pasa traicionandome y culpandome de todo.

—¿Y que le quieres hacer Willy? Si ya te has creado fama, hijo.

Voces...de afuera. Al parecer son Willy y Fargan, los llegué a ver una que otra vez… ¿A qué se refiere con eso de hermanos?

—Pero bueno, Fargan ¿tu crees que yo te culparía de algo, aún que sepa que lo hayas hecho?

—Pero si lo has hecho más de una vez, rata—Rió

—Pero no con cosas como robar, solo inofensivas. Soy incapaz de delatarte en algo grave, igual que tú a mí, quiero creer.

—Hombre, si no te delate con lo del Chocobo de Alexby, tu me dirás.

—Y Rubius lo que hacía era culparme, sin saber si quiera que lo había hecho o no.

—¿Entonces que pasa Willy? ¿lo quieres echar de la hermandad, es eso?

—Si, Rubius no ha estado siendo un buen hermano ¿este es tu hermano, Fargan?

—este no es mi hermano.

Ambos rieron.

—Venga, vamos a entrar a la taberna oscura, que tenemos que llevar cosas a la otra guarida, la nueva.

Las voces y pasos se hacían cada vez más fuertes. Tenía que ocultarme, y a mi hija.

La cargué en mis brazos ya que no era pesada, y me escondí bajo una mesa.

Estaban aquí, veía sus pies recorriendo el lugar

—M-mami...—Murmuró mi hija entre mis brazos. Rápidamente tape su boca con mi mano pidiendo a los dioses que no la hayan escuchado.

—¿Willy, estás llamando a tu mamá?

—No, yo no he sido.

—¿hay alguien aquí?

—Ya te contestan eh, Fargan—rió Willy—hay que buscar.

Empezaron a buscar por todos lados, tenía mucho miedo ¿Me harán algo? ¿Me llevarán otra vez con Rubius? ¿Me matarán? Ellos son La Hermandad Oscura, junto con Rubius, bueno, por lo que oí ya no será de la hermandad pero aún así, la hermandad es peligrosa…

Ambos cuerpos se acercaron a dónde yo estaba, era mi fin...ya me han visto.

—¿Nieves?…