Capítulo siete

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—Nieves prepárate, que ésto es ya como tu primer secuestro eh.

—¿Y ustedes a cuántos han secuestrado?

—Secuestramos al cerdo de Luzu; Manolo, y también a una recepcionista para un trabajo de unos mafiosos que vivían en ésta calavera, luego ya no recuerdo, la verdad.

—Nieves, toma, te presto mi Chocobo para que pases la muralla de triplesiete.

—Yo iré en el chocobo que le robé a Alex.

—Yo iré a mi casa y arriesgare mi vida de algún modo, para que me salven.

—Vale, Fargan, suerte hermano. Ser oscuros.

Me encaminé con Willy hasta la casa de Vegetta. Hubo mucho silencio la verdad y Willy me suena que no es muy callado, pues siempre veo que habla amenamente con todos, pasándola bien y riendo…lo he visto varias veces mientras ríe, es tierno cuando llega un punto en el que sus ojos son casi inexistentes.

—Nieves, tu...sé que ésta pregunta queda un poco fuera de lugar considerando todo pero...¿Tu eras tonta antes y luego mejoraste o…como va?—Me miró curioso

—Ehmm, Willy, si está algo fuera de lugar la verdad—reí—bueno, veamos. Cuando Rubius me rescató, y me dio mi forma actual, porqué antes yo era un muñeco de nieve, yo no hablaba mucho en español. Lo que sé es porqué lo oí o porqué aprendí leyendo, pero Rubén siempre lo confundió con que yo era tonta solo por qué le decía que no le entendía y que hablara más lento

—¿Entonces que lengua hablas naturalmente, Nieves?

—Willy, yo era un muñeco de nieve, no me comunicaba. Solo tenía que protegerlo de enemigos—insistí—lo irónico ahora es que yo soy su…enemiga.

—Vaya…bueno, llegamos. Ven te ayudo a montarte en el chocobo—Dijo dedicándome una sonrisa, se la devolví y asentí

Ambos sacamos los chocobos de las redes, y Willy me alzó tomándome por la cintura para poder montarme en el chocobo

—Ahi estamos, ahora alza vuelo hasta la puerta principal. No tenemos mucho tiempo.

El chocobo comenzó a volar. Nunca había volado en un chocobo antes, solo veía como Rubén iba y venía con el, y con Vegetta en otro Chocobo. Tuve miedo apenas el ave comenzó a mover sus alas, pero una vez en el cielo, pude ver como él volaba a un lado de mi, pude ver como con la mirada me decía que todo estaría bien y me calmé

Bajé hasta la puerta principal, Willy me ayudó a bajar del Chocobo.

Acto seguido entramos a la mansión, donde habían bastantes cuadros del propio dueño, en los que se le retrataba como un Dios, un poco ególatra y narcisista, a mi parecer. También vi dos salones a los costados y en frente dos escaleras.

—Subamos—Tomó mi mano y me guío.

Subimos hasta una puerta reforzada y por los agujeros que tenía pude ver a Akira.

—Ahí está ¿Ahora qué?

—Ahora saco una perla de ender y me cuelo.

Y dicho y hecho. En un parpadeo Willy estaba dentro de la sala de cofres y pudo abrir por dentro.

—Akira soy yo, Nieves. Nos conocimos el otro día—Hablé acercándome a ella.

—Los recuerdo, a los dos ¿Willy, que haces aquí?

—Vinimos a salvarte de la irá de triplesiete.

—Es broma, pero si venimos a salvarte.

—¿Y por qué queréis salvarme?

—Triplesiete y Rubius, son unas ratas.

—Oh, eso…lo sé, creo que ya no hay nada que podamos hacer al respecto. Lo peor es que, pasé de ser una doncella atrapada en una torre a ser una mujer comprometida y con hijos encerrada en una mansión que no puedo recorrer, ni salir.

—Por eso venimos a salvarte. Akira, no tenemos mucho tiempo, hay que salir de aquí.

—¿Y que hay de Vegetta… y nuestro hijo?

—Tu y tú hijo podéis venir a mi casa donde están Nieves y su hija, pero si vas a ir, vamos rápido.

—Samuel, hijo, nos vamos.

Los cuatro corrimos hacia afuera y sacamos los chocobos.

—¿Akira, sabes usar un chocobo?

—Intentaré...¿vamos a irnos volando?

—Si, montate en el de Fargan con Samuel, Nieves ven tú conmigo, compañera.

Todos nos acomodamos y alzamos vuelo, me sostuve fuertemente del albino, quien tenía una mano en la rienda y la otra estaba en su cabeza asegurándose que la boina que cargaba no volase por los aires.

ya estaba amaneciendo y había que llegar rápido a casa de Willy.
En la puerta todos bajamos y fuimos caminando. A la luz del alba llegamos y nos adentramos en casa de Willy.

—Eso salió mejor de lo que creí. Para ser tu primera vez lo hiciste bastante bien eh, Nieves—Me miró con orgullo

—Llegaron a tiempo, miren—dijo Fargan mirando por la ventana de la cocina de Willy

Eran Rubius con Vegetta caminando y riendo…¿Acaso no se ha dado cuenta que no estoy? No, sigue en la burbuja en la que ha estado por meses, dejando a todo y a todos de lado, siguiendo al chico pelinegro como si fuera su perrito.

—¿Cómo entraste, Fargan?—Preguntó el albino restándole importancia a lo que había dicho el chico.

—Tu me diste la clave Willy. Nieves, hablé con Rubius, se lo veía preocupado a chaval, no tanto porqué Vegetta está con el "ya aparecerán, ya aparecerán"

—¿Y cuál es el plan ahora?— habló ésta vez Akira, mientras acariciaba el cabello de su hijo.

¿Y ahora…qué?

×Darkness×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora