La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)

Capítulo 30: Pasado, Presente y Futuro

Una semana y pocos días atrás.

- ... ¿Qué?- pronunció una estupefacta Marinette.

Esa petición la había tomado con la guardia baja. Su corazón latía un tanto acelerado y los primeros rayos del amanecer que entraban en contacto con su cuerpo le estaban provocando una sensación de calidez un tanto incomoda para la situación en la que se encontraban.

- Cásate conmigo.- dijo nuevamente con un tono más enérgico.
-Si, lo escuché la primera vez.-cubrió su cara para luego limpiarse las lagañas que molestaban sus ojos- Es solo que... ¿Qué?

Adrien sonrió ante la confusión de su novia. Internamente se estaba derritiendo, la iluminación natural y las brisas que acariciaban su cabello le daban un no se qué que lo dejaba embobado, hasta recién salida de un coma esa chica era hermosa. Tomó su mejilla y la acarició suavemente mientras ella abría sus ojos un tanto sorprendida. No podía evitarlo, ya el joven había hecho eso varias veces pero todas y cada una de ellas se sentían como la primera vez y era imposible no estremecerse ante su tacto.

- Voy a repetirlo una y mil veces hasta que estés segura de lo que dije.- le regaló una sonrisa de oreja a oreja, como la de un niño pequeño al que recién le compran una paleta.

La joven tomó su mano y la retiró de su rostro para quedar unidas entre medio de los dos. Su tacto transmitía una calidez acogedora. Lamentablemente sus palabras no iban a hacer lo mismo.

- No puedo creer que diga esto,-inhaló y exhaló, eso hizo fluctuar un poco el gesto en el rostro del muchacho- pero tenemos quince años Adrien.

Un fuerte golpe fue sentido por el joven en su pecho. El impacto de su corazón retumbando en su interior como el tambor de una orquesta solo demostraba lo mal que le había sentado aquél baldazo de realidad.

- ¿Y eso qué?- su rostro ya no reflejaba su alegre inocencia sino el alzamiento de un guerrero que estaba dispuesto a defender su estandarte a como diera lugar.
- Que estás queriendo correr antes de caminar.-intentó razonar con él- Digo, recién está cuadrando todo en mi cabeza acerca de nuestras identidades. Creo que no nos vendría nada mal el ir un poco más despacio. Salir, conocernos mejor, no sé... cosas de pareja.

Adrien no podía dar crédito a lo que oía. Se levantó de su lugar de un salto y comenzó a caminar de un lado para el otro mientras rascaba su rubia cabellera nervioso. Estaba tratando de comprender con todas sus fuerzas qué acababa de decirle.

- ¿De qué estás hablando?- se volteó repentinamente hacia ella- ¿Salir y conocernos mejor? Eso es para parejas de desconocidos que recién arrancan. My Lady, nosotros ya estamos en otro nivel. Ya somos capaces de dejar la vida el uno por el otro sin dudarlo.-se acercó para arrodillarse a su lado y tomarla de las manos- No creo que esté apresurándome a nada, es más puedo afirmar con certeza de que estamos en el momento justo para hacerlo.

Marinette no le podía negar la razón, pero algo no cuadraba. Algo en su interior no se quedaba conforme con lo que decía. Zafó una de sus manos y acarició su mejilla. El rubio se derritió ante el gesto.

- ¿Por qué haces esto?
- ¿A qué te refieres? ¿Qué no es obvio?- sacó la mano de su rostro y la acercó a su boca para terminar depositando un dulce beso sobre la palma-  Porque te amo.

En su interior su corazón comenzó a saltar de alegría, era lo que ella tanto quería oír desde hacía bastante tiempo, pero sabía que no podía dejarse doblegar ante los dulces actos y palabras de su novio.

- Y yo también te amo...-tuvo que detenerse unos segundos mientras veía como los ojos verdes del rubio se iluminaban de emoción, internamente se quería golpear por decir semejante declaración en aquél contexto- pero no estoy corriendo a una iglesia solo por eso. Quiero una respuesta sincera, Adrien. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no cuando seamos mayores o terminemos los estudios o tengamos un trabajo? O más fácil. ¿Por qué no después de que acabemos con Aniquilación?- en ese momento se dio cuenta de algo- No puede ser... ¿Acaso es que-?