Capítulo 27: En lo Profundo

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- ¿Donde está?

La lluvia que acontecía desde hace rato había evolucionado a una poderosa tormenta. Los rayos dibujaban el cielo frenéticamente mientras que los truenos retumbaban como cañonazos en el ambiente y el agua golpeaba salvajemente contra la embarcación moviendo la más de lo que debería.

- ¿De quién hablas?- se hizo el desentendido mientras se sujetaba de la baranda que tenía más cerca.

Claramente lo estaba provocando, y este gato no estaba dispuesto a soportarlo. En un movimiento sorprendentemente veloz pegó un fuerte saltó y se posicionó a su lado, tomándolo del brazo.

- Marinette. ¿Qué hiciste con ella?- lo zarandeó un poco mientras él seguía con la mirada al frente.

El pelinegro podía notar el odio en los ojos del felino, pero a él no le importaba. Ni siquiera se había movido un centímetro de dónde se encontraba previamente.

- Voy a tener que pedirte amablemente que me sueltes.- respondió seca y educadamente sin siquiera hacer contacto visual.
- No hasta que me digas dónde está.- apretó el agarre.

Con toda delicadeza y una gran entereza dejó su guitarra a un costado. Agachó la cabeza y cerró los ojos para luego soltar un pequeño suspiro mezclado con una risita.

- Tu lo pediste, Adrien.

La sola mención de su nombre lo descolocó. ¿Cómo sabía su identidad? Y las sorpresas no paraban de caer. Luka retrocedió unos pasos acercándose hacia la puerta desde donde había salido para luego tomar la mano que lo sujetaba y, en una veloz maniobra, movió al héroe hasta que quedó frente a él para, con una increíble fuerza, rematar toda la situación con un brutal puñetazo en el pecho del joven que lo mando volando devuelta a la cubierta del barco partiendo la madera que hacía de soporte en el proceso.

El impacto contra el suelo fue la parte menos dolorosa del asunto. El rubio intentaba respirar como podía pero poco y nada ingresaba a sus pulmones. Tenía la seguridad de que una costilla suya se había roto con ese sorpresivo ataque.

Milagrosamente, luego de lo que parecieron unos eternos segundos, pudo ponerse una vez más de pie, ahora contando con un defecto respiratorio. Sus pulmones parecían arder con cada respiración que daba, pero tenía que soportarlo.

- Ahg, tendría que haberlo supuesto.-dijo por lo bajo para si mismo- Error de novato.

Luka recogió su guitarra para luego extender su mano libre de la cuál se generó una llama. La apoyó sobre su instrumento y poco a poco se fue expandiendo sobre este. El rubio, pese a estar asombrado, observó todo sin mover ni un solo músculo de la cara. Unos segundos después aquella llamarada terminó la transformación dando paso a lo que Adrien suponía era un arma.

- ¿Así que ahora eres su esbirro?- intentó meterse en su cabeza.

La suave risa del joven resonó en el ambiente. Parecía estar distendido pese a lo que acababa de acontecer. Todo eso, sumado al hecho de que el agua que llegaba a acercarse a él era evaporada como si nada, le generaba una atmósfera muy perturbadora.

- Yo no utilizaría ese término, más bien somos... un dueto de artistas.
- Bueno, pues lo suyo es un arte que nadie quiere apreciar, así que...¿Por qué no mejor lo dejan? Un retiro anticipado no les sentaría nada mal.

El gesto del peli negro se frunció ante tal comentario.

- Siempre tan chabacano.

Comenzó a tocar una melodía calmada, pero oscura. De repente un fuego violeta se empezó a expandir por las barandas del barco.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora