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ᴊɪɴsᴏᴜʟ ᴘᴏᴠ

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ᴊɪɴsᴏᴜʟ ᴘᴏᴠ

Me dió mucha lata haberle mentido a Haseul, debido a que aún me sentía un poco incomoda aquí, pero no era por lo ocurrido sino porque los últimos meses estuve viviendo en un cobertizo apartado con una ventana y sin ventilación.

¿Qué más da? Hoy sería un buen día.

Mierda.

Se supone que debo llegar donde la chica del basurero antes de las ocho, asumo que me matará. Por lo menos luego podré ir rápidamente a arreglar los asuntos legales de mi caso, como sacar el dinero de mi cuenta de ahorro porque no tendré el permiso de la maldita tutora para trabajar.

Me levanté temprano, me bañé por hartos minutos. Realmente necesitaba hidratar mi piel. A penas era la hora fui rápidamente en la súper bicicleta donde Haseul.

Ella se estaba yendo y al saludarme me pasó las llaves, hoy su padre no debía salir y su madre solamente caminaba hasta el trabajo.

HS: Estoy un poco atrasada, ¿por qué no me llevas antes?

Me van a colgar viva.

JS: Claro! ¿Vamos?
HS: Vamos.

Fue un corto viaje. Yo estaba contando hasta los segundos de vida que me quedarían antes que la chica me matara. Cuando llegamos patié a Haseul fuera de su propio auto.

HS: ¿Qué te ocurre?
JS: Me van a crucificar.
HS: Despídete apropiadamente por lo menos.

Besé su frente, ella satisfecha, cerró la puerta y me dejó irme. Seguía contando los segundos que tardaría, ya eran las ocho con diez minutos. Maldita sea, las luces del tráfico, esto es una perdición.

Logré llegar.

La chica estaba irritada escribiendo en su teléfono.

Eran las ocho y media.

Toqué la bocina y ella me miró con furia. Dios, me libre de la masacre. Se subió sin dejar de mirarme intensamente, no me saludó, nada. Sólo esperó que conduciera. Y eso hice, sentía tanta presión que en cualquier momento se me salían los ojos de la cara. Tardamos otra media hora en llegar e incluso podía ver cómo salía humo de sus orejas y el rojo permanecía en su cara.

Por fin entramos y me estaciono en el lugar que saqué la bicicleta. Mientras me bajaba para dejarla donde la encontr-

Oh no olvide el dinero de la cadena, tendré que enfrentarme al demonio de nuevo.

En fin, ella había desaparecido en segundos, cuando creí tener todo listo y estaba a punto de irme —sin siquiera haberle dicho hola—, sentí un golpe en mi espalda. Era mi mochila.

JS: ¿D-dond-

Su mirada asesina hizo que me retractara de mis palabras y solo asentí para tratar de subirme al auto, pero no pude porque me tironeo abajo, estiro mi mano y puso mi gargantilla allí.

KL: Dijiste que llegarías temprano.

Sus dientes rechinaban.

JS: Perdón.
KL: Tus disculpas no me devolveran el sueldo.

Tengo mucho miedo.

JS: Dime cuánto es y lo cubro.
KL: Lo mismo dijiste de mi cadena.

¿Por qué de repente estaba su nariz casi rozando la mía?

JS: Hoy iré a buscar dinero.
KL: A traficar querrás decir.

¿Y esta que se cree?

La empujé por sus hombros lo más lejos que pude, por suerte no se cayó. La traumática escena estaba subiendo nuevamente a mis pensamientos, la cabeza me empezó a arder repentinamente.

Me quiero ir.

Me voy a ir.

Subí bruscamente a la camioneta, a penas me podía el balance y la cabeza me estaba dando vueltas.
Suspiré fuertemente para estabilizarme y le di marcha atrás.

No pude evitar mirarla por el espejo retrovisor, ella estaba pateando piedras. ¿Así de agresiva era siempre?

Ya está, no me preocuparé más de una mujer así.

Le pagaré sus cosas y no volveré a este pastizal jamás.

(...)

Conducí a toda velocidad por la carretera, seguía mareada porque no podía quitar esos recuerdos de mierda de mi cabeza. A veces hubiese deseado nacer en otra época, ¿por qué estás cosas me ocurrían a mi?

La rabia se estaba apoderando de mi y la única forma de expulsarla era golpeando lo que tenía a mi alrededor.

Sólo podía pensar en una cosa <chica de mierda>

Los golpes cesaban y ya me había descontrolado.

Perdí el poder del auto unos segundos y terminé chocando contra la barrera de contención.
Ahora me ardía el triple la cabeza, estaba sangrado por un corte sobre la ceja, mis nudillos sangraban por los golpes descontrolados que le dí a la mierd-

AY NO.

ESTA CAMIONETA ES DEL PADRE DE HASEUL.

¿Qué acabo de hacer?

¿Qué acabo de hacer?

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Melody - LipSoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora