NO CONTROL ;woosan

cinco.

El rostro de San era realmente perfecto. Su perfil me estaba hipnotizando.

No sabía que ocurría en mi interior. ¿Admiración?

-Wooyoung, siéntate bien -me regañó HyeMin.

Suspiré cansado. Si quería seguir viendo a San debía obedecer y permanecer callado. Por primera vez me guardaría mi orgullo ya que había algo en él que hacía que quisiese que nunca me separarán de él.

Sonreí con falsedad y me senté bien en la silla de madera. Después de aquella escena en la puerta, los cuatro nos dirigimos hacia el salón.

Las activas estaban sentadas en los cómodos sofás, mientras que los pasivos nos encontrábamos en incómodas sillas de madera.

-Chicos, ¿me podéis traer un té? Son las diez de la mañana y no he tomado el té de la mañana -dijo Heesok.

San y yo nos dirigimos una mirada rápida, asintiendo a aquello y levantándonos de nuestros asientos. Caminamos por los largos pasillos hasta llegar a una gran habitación blanquecina, la cocina.

La cocina tenía muchos aparatos de gastronomía, desde los más clásicos hasta los más modernos.

-San, no tengo ni idea de hacer té.

San comenzó a reírse.

-Siéntate, yo me encargo de todo -sonrió para después dirigirse hacia la encimera.

Asentí nervioso, me sentía mal por dejar que hiciese todo el trabajo pero prefería que lo hiciese él para que la cocina no terminase quemada.

-¿Qué edad tienes?

La voz de San hizo que todos los pensamientos de mi mente desvanecieran y le miré.

-Tengo veinte, ¿y tú? -pregunté, observando su espalda.

-Igual que tú -me reí.

Proseguimos hablando, preguntándonos cosas entre nosotros y recordando cosas del pasado.

-Echo de menos a mi padre -dijo San de la nada.

Miré hacia el techo pensativo. No recordaba a mi padre, el único recuerdo que tengo es cuando me tuve que despedir de él.

Recuerdo su mirada, la forma en la que me miraba. También recuerdo la extraña palabra que salió de sus labios.

"Loself"

Habían pasado cinco años desde que había escuchado eso y cinco años sin saber que significaba. Los primeros días en aquella casa pasaron con mis pensamientos repletos de darle una razón o simplemente una explicación a aquella palabra.

-Bueno... Esto ya está hecho...-sonrió San, cogiendo ambas tazas y alejándose de mí.

Aún repleto en mis pensamientos le seguí. Aunque esta vez había decidido ver los cuadros que colgaban de las paredes.

Fotografías de Heesok junto con algunas personas. Heesok y jefes. Heesok y famosos. Todo era sobre Heesok, no había nada acerca de San o algo relativo a ellas.

Aunque algo había llamado mi atención. Había un trozo de papel pegado en una de las fotografías, lo curioso era que se encontraba muy despegado. Se encontraba en el brazo de Heesok, el troz de papel era fino como un espagueti pero se hacía notar.

Observé cómo San continuaba andando por el pasillo y aproveché aquel momento para despegar aquel papel.

Mis ojos se abrieron con velocidad y pude notar como mi respiración se cortaba.

En el brazo de Heesok, había un tatuaje.

La palabra "Loself"era lo que estaba grabado en su piel.

Miraba una y otra vez aquella palabra.

¿Cómo es que ella sabía aquella palabra?

-¡Wooyoung! ¿Estás bien? -me preguntó San asustado, asomándose de la puerta del salón.

Asentí aún desconcertado y seguí a San hacia el salón.

Me senté en la silla pero me era imposible no quitar mi mirada del brazo de Heesok.

No podía dejar de pensar en eso, en aquel misterio que estaba creciendo en mi interior.

Debía de averiguarlo, cuánto antes mejor.

Hola mis amores, siento traerles un capítulo tan cortito, he estado realmente ocupada ㅠㅠ.

Algo que les quería decir es que... ¡Cuándo lleguemos a los 400 seguidores habrá una maratón de capítulos de No Control!!

Así qué... Si quieren pueden seguirme y ayudarme a que esta familia sea cada vez más grande <3.