9. La canción

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Dos horas más tarde, cuando la banda estaba a punto de comenzar, Tae todavía trataba de convencerme para que fuera a ver el espectáculo.

—¡Por favor! —se quejó una y otra vez—. Podrías venir y enseñarle tu dedo medio o algo así.

—Lo tomaría como una invitación.

—Entonces ven y pretende dormirte mientras tanto. Eso lo cabrearía.

Era tentador, pero le cabrearía más si tan sólo no apareciera en absoluto.

—Ve tú. Ten un montón de diversión coqueteándole con los ojos a JungKook. Voy a estar bien aquí.

—No quiero ir solo.

—No vas a estar solo. Tu novio va a estar en el escenario a sólo unos pocos metros de ti.

Me rodó los ojos, pero no pudo contener la vertiginosa sonrisa.

—Alguien tiene que quedarse aquí y cuidar la cabina de todos modos —continué.

Frunció el ceño. Todas las cabinas habían sido abandonadas desde hace un tiempo. Todo el mundo había estado en el campo de fútbol esperando a que el espectáculo comenzara. Fue entonces cuando la multitud rugió y oímos a JiMin comenzar su falsa perorata sobre estar agradecido de estar de regreso en su antigua escuela haciendo un espectáculo para una buena causa.

—¡Muy bien! —espetó Tae y luego pisoteó sin mí.

—Guau él es realmente infeliz acerca de algo —se rió una voz detrás de mí.

Me di la vuelta para ver Lacy y Devon y un montón de los chicos más populares de la escuela, incluyendo a Ji-Yong.

—Chicos, están tarde para el show —les dije sorprendido de verlos.

—Las chicas y el baño —se quejó Devon—. Te dije que no deberíamos haber esperado por ellas.

—Ni siquiera están tocando todavía —replicó Baek. Pero justo cuando dijo eso, la música atravesó el aire.

Me sorprendí al escucharlos comenzar con su canción más popular, la que tocaron en la radio. Habría pensado que la ahorrarían para el final.

—¡Oh, me encanta esta canción! —dijo Lacy arrastrando a Devon a toda velocidad—. Vamos chicos, ¡vamos! ¿Yoon, no vas a venir? ¿Quieres sentarte con nosotros?

Me quedé anonadado por la invitación. El círculo de amigos de Ji-Yong estaba un paso o dos por encima de mí en el estatus social. Estaban un paso por encima de todos. La idea de ver el show con Ji-Yong era casi lo suficientemente tentadora para ir, pero Tae me habría matado si iba con alguien después de negarme a ir con él, por lo que le dije:

—Oh, no, gracias. Sin embargo, dense prisa, o se perderán todo.

Agitaron un adiós y luego salieron corriendo. Empecé a empacar mis cosas otra vez y no me di cuenta de que Ji-Yong no había ido con sus amigos hasta que dijo:

—¿No vas?

—No.

—¿No eres un fan de Tralse?

—No soy fan de Park JiMin.

—¿En serio? —Ji-Yong no pudo ocultar su sorpresa—. Lo vi hablando contigo antes. Parecía que se conocían bastante bien.

—Él quisiera —gruñí, la molestia arrastrándose de nuevo en mi voz. Ji-Yong se echó a reír y luego se metió en mi cabina y se sentó en la silla de Tae.

—Vas a perderte el concierto. —No podía evitar tartamudear.

—Puedo oír muy bien desde aquí. —miró hacia mí—. A menos que quieras que me vaya.

V es de Virgen [ j i m s u ]Where stories live. Discover now