10. La noticia

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Después del Festival de Otoño, HoSeok y yo no estábamos listos para ir a casa, así que nos fuimos a una cafetería local.

—Por el muy exitoso Festival de Otoño —sugirió mientras sostenía en alto su chocolate caliente.

Había sido de hecho un evento exitoso. Con el concierto de Tralse, había sido el Festival de Otoño más exitoso en la historia de la preparatoria.

Siendo el presidente y vicepresidente del consejo estudiantil, HoSeok y yo habíamos sido los primeros en llegar a las ocho de la mañana ese día, y los últimos en irnos a las once de la noche. Después de catorce horas y media, decidimos irnos a Starbucks por un rato para relajarnos.

Después de ordenar, nos desplomamos en un acogedor sofá, y estaba seguro de que no sería capaz de moverme otra vez.

—Por haber terminado —dije, apenas capaz de sostener mi sidra de manzana acaramelada.

—Amén a eso. La parte positiva, el resto del año debería ser un poco menos estresante.

—No olvides que aún tenemos que preocuparnos por el baile de graduación de los de último año.

HoSeok refunfuñó, demasiado cansado para siquiera pensar en ello.

—¿No podemos delegar eso a Baek y a Tae?

—Seguro, si queremos un asesinato en nuestras manos.

—Lo sé —suspiró—. Supongo que por eso es que la gente nos eligió.

—Sip —suspiré también—. Hacemos un buen equipo.

—Más bien como que salí adelante gracias a ti. Este festival fue todo tuyo Yoon.

—¿De qué estás hablando? Hiciste el doble de trabajo de lo que hice yo.

—Sí, pero entre tu cabina y conseguir que Tralse tocara, la mayor parte del dinero que ganamos te lo debemos a ti.

—Oh no, me lavo las manos con lo de Tralse, eso fue cosa de Tae.

—Eso no fue lo que escuché.

Gruñí ante el tono bromista de la voz de Hobi.

Sabía a donde quería llegar así que no le pregunté qué había oído, pero de todos modos me lo dijo.

—Tae dijo que fuiste el único motivo por el que la banda accedió a hacer el show —sondeó. Seguí sin decir nada, así que continuó—: Los conocí después, y tenía un cantante principal bastante infeliz. Seguía farfullando acerca de ser un esfuerzo en vano.

—Bien.

—¿No es tu tipo entonces?

Respondí a su pregunta con una mirada y se rió de mí.

—Era una canción pegadiza —dijo.

Me froté los ojos y me hundí en el sofá.

—Este ha sido el mes más largo de mi vida.

—Bueno —dijo HoSeok, sorbiendo su chocolate de nuevo—, es como dijiste, ya se acabó. ¡Oh, mira!

Me quité las manos de los ojos para ver de lo que hablaba y me percaté del televisor en la esquina de la sala. Eran las once en punto y la KTLA reportaba sobre el festival.

—¿Podemos subir el volumen? —preguntó y después de que le dijeran que sí, se levantó y comenzó a jugar con el volumen.

Observé las imágenes de rostros familiares en la pantalla mientras la reportera hacía preguntas a distintos encargados de las cabinas; el equipo de televisión había pasado por la mía ese día, pero no me sorprendieron las secuencias de las porristas en el puesto del algodón de azúcar en lugar de las mías. Tae se había presentado con todo el porte y gracia de una verdadera diva de Hollywood cuando nos entrevistaron, entretanto, yo me sonrojaba una y otra vez mientras titubeaba en mi explicación sobre el reto de abstinencia.

V es de Virgen [ j i m s u ]Where stories live. Discover now