Capítulo 17

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DAM

—¿Cómo que se han marchado a una misión? —pregunta Kaisaac a la abu.

Por fin hemos llegado al Reino Guerrero después de un largo viaje, y ahora resulta que el conde se llevó a Kristal a una misión. ¿Me está tratando de sustituir? 

—Se han ido hace un día en barco, supongo que ahora ya estarán en el Sector-F —aclara abu mirando a los dos nuevos—. Dam, hijo mío, ellos son...

—Él es Kaisaac, se puede decir que es hermano de Kristal, la chica que vino con el conde —le pregunto señalándole para después dirigirme hacia su amigo—. Él es Armin, segundo hijo del conde de la Aldea de Fuego, Reino Mágico Elemental.

La abu observa de arriba a abajo a los dos con sus ojos azules para después cruzar los brazos y apartar la mirada a otro lado mostrando disgusto.

—Kristal es la futura condesa del Sector-A, si venís con intención de llevarla a casa, no os lo voy a dejar aunque tenga que arriesgar mi vieja vida en ello.

¿Eh?

¿Qué ha dicho?

Veo que Armin se lleva las manos a la cabeza como si sintiera que el mundo se le fuera a caer encima mientras que Kaisaac se me acerca con agresividad.

—¿¡No que habías dicho que tu conde no tendría malas intenciones hacia ella!? —exclama como el buen hermano protector que es.

—Su hermana me va a matar... su hermana me va a matar —murmura el otro que parece que esté viendo el final de su vida.

De por sí me resultaba extraño que un hijo de un conde de un reino vecino conociera y se llevara con una aldeana del Celestial, ahora resulta que la hermana de Kristal entra en escena de nuevo. Parece que todo tiene relación con ella, no me parece un personaje sencillo, pero no me da pruebas para poder desconfiar plenamente en ella.

—Bueno, esta anciana tiene que irse a dormir. Podéis quedaros aquí hasta el la parejita vuelva; allí ya intentaréis arrebatar a Kristal de las manos de mi nieto, já, buena suerte.

Después de aquellas palabras, vuelve a su habitación con su grupo de criadas, dejándome solo con los dos que vinieron conmigo.

—No sé qué tramaréis, pero Kristal no se puede casar así porque sí —habla Armin mirándome, solo que, ¿a mí qué me cuentan? Yo también estoy como ellos—. Ni aunque quisiera casarse con el conde, no lo decide ella, por eso, mejor que no se vayan a enamorar.

¿Acaso Kristal ya está comprometida? Pero bueno, eso no tiene importancia ya que sé perfectamente que todo ésto será obra de abu; imposible que el conde elija así de rápido con quién pasará el resto de la vida, menos aún que elija a alguien de quien no sabe casi nada. Sin embargo, si de verdad comienzan a sentir algo mutuamente, tampoco sería algo malo. Ya es hora de que vaya pensando en formar su propia familia.

 Ya es hora de que vaya pensando en formar su propia familia

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