Capítulo 18

83 25 40
                                    

KRISTAL

Y grito dando un respingo hacia atrás, ocultándome detrás del conde agarrada de su brazo.

¿Qué acabo de ver, madre mía?

—Le encontraron así esta mañana —explica la chica llamada Wenddy—. Hay más casos y no sabemos por dónde comenzar a investigar.

No me da miedo ver cómo matan a alguien, pero sí en ver a un muerto que se nota que no murió de forma normal. Tiene incluso los ojos abiertos aún, solo que ya sin color alguna, sumando que parece un cuerpo reseco. Ni en broma que habría creído que murió esta mañana...

—Le han quitado toda la sangre —sigue hablando señalando el pecho del cadáver en donde hay un hoyo que parece que le clavaron un cuchillo—, y destripado todos los órganos.

Cierro los ojos e inspiro con profundidad, pero el olor putrefacto hace que rápidamente me arrepienta. Los presentes parece ya darse cuenta de mi mal estado con estas cosas.

—Ella es...

—Kristal —me presenta el conde a la chica.

Pasa unos segundos en donde nadie habla haciendo que levante la cabeza para ver qué ocurría. Los tres me miraban a mí y entonces caigo en que el conde me estaba llamando y no presentando.

—¿Me has llamado por mi nombre? —cuestiono soltando su brazo para separarme un poco.

—Salte a fuera y espérame —ordena ignorando mi pregunta.

—Oh, no tengáis mucha prisa —entra el chico castaño oscuro a la conversación—. La llevaré a dar una vuelta por allí para distraerla un poco —informa mientras que empuja levemente hacia el exterior.

—Veryer, cuídala —le dice su hermana a lo que él asiente repetidas veces.

—Eso sin dudarlo.

Salimos al exterior y caminamos juntos por las calles del Sector-F. Lo único que puedo decir es que se parece bastante a los demás lugares respecto a puestos y demás, pero también tiene algo que lo hace diferente; toques únicos será.

Algunas calles están más animadas que otras. No nos alejamos mucho ya que no querríamos que el conde y Wenddy se preocuparan. Doblamos la esquina en donde está más vacía con menos puestos.

—Oye, Veryer —le llamo y él me mira sonriente—. ¿Qué poder quieres despertar?

Él se para un segundo a pensar.

—Eso no lo decido yo..., pero no sé. Con el poder de Caos, puedo proteger a las personas que son importantes para mí; y con el de Orden, puedo cubrir las espaldas.

Todos los que tienen un arma vinculado —a los cinco años—, no hemos tenido la oportunidad de pensarnos a qué bando pertenecer ya que al tercer o cuarto mes ya despertamos el poder.

—Mi hermana ha despertado el poder de Caos, si despierto la de Orden, puedo quedarme atrás y defenderla cuando sea necesario...

Le sonrió.

Tendrá la misma edad que yo o como mucho un año más. Se ve que es un chico risueño y animado, por eso mismo me resulta muy tierno escuchar esas palabras salir de su boca.

—¡Ya sé! Soy hijo del conde del Sector-F, aunque en un futuro mi hermana es quien se ocupará de todo lo que ocurra aquí, quiero ayudarla. Quiero despertar el poder de Orden, así puedo imponer... ¿orden? Voy a calmar todo para que a ella le resulte más fácil.

Suelto una risita ante sus palabras. Creo que estoy viendo un poco de mí en ella. Él quiere divertirse, pero al mismo tiempo quiere quitar peso a su hermana mayor que tiene que asumir todas las responsabilidades. Yo, aunque me haya escapado para jugar, aunque se me vea irresponsable, no olvido que sigo siendo la segunda princesa del Reino Mágico Celestial.

Order and Chaos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora