VI

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Calipso

Estoy castigada

Katie y Lou Hellen parpadearon dos veces antes de comenzar a reír. Calipso rodó los ojos antes de seguir caminando, e ignorando las risas de sus amigas, sin tener éxito.

Decir que estaba castigada es poco, su madre le había dicho que no iría al servicio comunitario de Long Island esa semana y Calipso conoció el infierno -en sentido figurado, claro- ya que esa era una de las pocas cosas que le gustaban de la apestosa ciudad de New York.

Llegaron a su casillero, aún con Katie y Lou riéndose a su espalda. Calipso tomó los libros que no necesitaba y los guardó en la caja de metal, en serio, ¿Por qué seguían riéndose?. Un poco irritada ya, se volteó y enfrentó a sus amigas— Bueno basta, ¿Qué acaso a una adolescente no la pueden castigar?

Katie, tras tomar varias respiraciones, fue la primera en responder— Nena, no te ofendas, pero lo esperaría de cualquiera menos de tí, eres, ¿Cómo decirlo?... Tú

— Exacto —aporto Lou— no solo eres la cosita más tierna que existe, también eres buena estudiante, y, seamos honestas, no rompes ni un plato

Okay, creo que me dolió.

Calipso se llevó una mano al pecho, en señal ofensiva— Yo no soy tierna, ni mucho menos

Si alguna de sus amigas iba a contestar, eso sería un misterio que debería descubrir otro día, porque de la nada un borrón blanco y moreno pasó junto a ella y se escondió en su espalda.

— ¿Qué demo-

— ¡LEO VALDEZ TE LLEGÓ LA HORA!

Y así, damas y caballeros, Calipso Belladona supo que estaba metida en una pelea, sin buscarse una siquiera.

Oh oh.

Piper

Esto es guerra. No, eso es poco. Muy poco.

Piper -la chica amor, reina de la belleza, o como quieras llamarla- planeaba un homicidio. Si señor, un homicidio.

Y la víctima no era nada más y nada menos que Leonidas "Leo" Valdez.

¿Saben lo que es estar haciendo un proyecto desde que tienes ocho años de edad, y que de pronto tu mejor amigo piense que es buena idea perderlo? Porque, si, Piper muy ingenua le había prestado a Leo El álbum, y ahora el duende latino no tenía ni la más mínima idea de dónde estaba.

— Oye, Pipes, hagamos esto como personas civilizadas, ¿Quieres? —dijo Leo, cinco segundos antes de salir corriendo.

Cobarde.

— Piper, piensa bien las cosas antes de actuar, Pipes, ¿Me estás escuchan-

Se quitó el bolso de un tirón y se lo estampó en el pecho a Jason, quién estaba detrás de ella— Ten mi mochila, voy a convertirlo en puré

— Yo voy a grabar esto —murmuro alguien a su lado -casi podía jurar que fue Frank-, antes de que la chica se plantara en medio pasillo y gritara con todas sus fuerzas.

Color Caramelo [Caleo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora