El alfa que lo cambió todo-[Arsilex y tu]

Capítulo 2:

___ Pov's:

Los días pasaron desde que conocí a aquel alfa fuera de mi universidad y ¿adivinen qué? El chico comenzó a ir muy seguido, siempre a la hora de la salida. Me saludaba y charlábamos un poco hasta que yo debía volver a mi casa, era un chico muy agradable a decir verdad y no saben que pasó un día, me invitó a ir por un café, a mí. Dijo que quería conocerme bien y quizá ser algo más que simples "amigos" si se le podía decir así a nuestra relación y yo acepté, no por el hecho de que quiera una relación romántica con ese tipo, si no por que en verdad me caía bien.

Fuimos a la cafetería y comenzamos a charlar, la verdad es que era un alfa único; nunca antes conocí a uno como él. Se preocupaba por cualquier persona, sin importar si los conocía o no, sin importar si estaban marcados o no; es un chico especial, una aguja en un pajar. "Tienes mucha suerte de haber encontrado ese alfa, no lo dejes ir" No paraba de decir mi amiga cada que se le daba la oportunidad.

Los días siguieron pasando...y no se como ni cuando pero me enamoré de él, grave error. Comenzamos una relación y pocos meses después, me marcó; no mentiré sobre el dolor que sentí cuando dejé que Herny me marcara...como si hubiera cometido un error, algo dentro de mi siempre me dijo que estaba mal lo que había hecho y ahora lo entiendo. 

Después de dejar que Hernando me mordiera...todo cambió. Comenzó a tratarme mal, en ocasiones me golpeaba y decía que no servía para nada, yo no podía hacer nada al respecto; le pertenecía, yo era suya y él...bueno, no dejaba de decirme lo tonta e inútil que era. Dos años después, en uno de sus celos; mordió a otra chica. Sentí a mi omega retorcerse de dolor; es bien sabido que cuando un omega pierde a su alfa, éste corre el riesgo de morir y es eso lo que estaba enfrentando. 

Mis padres, al enterarse de que había perdido a mi alfa, me dejaron de lado, me pidieron tiempo para entender mi situación pero vamos, en pocas palabras, me dejaron tirada; un omega que pierde a su alfa es el ser más miserable que puede existir y eso mismo soy en estos momentos. Una tonta e ingenua omega que abrió su corazón cuando debió haberlo dejado cerrado a todo el mundo, no paro de repetirme lo imbécil que fui y lo miserable que soy ahora; Rocío, la única persona que me queda en este mundo, me permitió quedarme en su casa el tiempo que lo necesite y aquí me encuentro, tirada en mi cama permitiendo a mi omega que saque todo lo que tiene dentro, llorando sin consuelo, esperando la muerte...

-___, dios. ¿Puedes dejar de llorar?- dijo mi amiga en el marco de la puerta viéndome con preocupación- Traje la comida-sonrió de lado-.

+No tengo hambre- dije girándome para no verla-.

-Hace dos días que no comes nada...

+Me da igual, solo quiero morirme- habló mi omega por mi-.

-No digas eso...-habló mientras me abrazaba-Eres una joven y hermosa omega que cometió un error como cualquier adolescente.

+Tú no tienes una cicatriz en el cuello- dije para que callara y eso hizo- Tu no eres la omega más inútil del mundo...No pude cuidar a mi alfa y ahora se fue...Para siempre-hablé entre sollozos-.

-¿Dónde está la ___ que no se preocupada por tener un alfa?-cuestionó-.

+Es distinto...Él me maltrataba mucho pero igual seguía siendo mi alfa, mío...No se si pueda sobrevivir- hablé ocultando lo que en verdad quería decir mi omega- No con mi omega tan destruida...ella lo extraña, lo necesita...

-Eres fuerte, sé que pronto superarás esta horrible etapa-sonrió con tristeza-.

+¿Cómo hago para mi omega se olvide de ese imbécil?-cuestioné-.

-Primero debes olvidarle tú- dijo frotando mi espalda con sus manos para calmarme y lo logró- Vamos a comer, ¿sí?

Me limité a asentir y me levanté de la cama para ir a comer un poco de lo que haya traído mi amiga. Comimos en completo silencio, mientras yo pensaba en que hacer con mi vida y tomé una decisión. Ningún alfa volvería a hacerme daño, mañana le levantaría y volvería a la universidad para terminar mis estudios, saliendo iría a buscar un empleo medianamente bueno y aprenderé a vivir con esto. Nada ni nadie me volverá a derrumbar, volveré a mi creencia de que los alfas son los seres más estúpidos del universo y así es, lamentablemente ya lo había comprobado...Pero este error no me detendrá para cumplir mis metas. 

Saldré adelante.

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Al día siguiente, me levanté lista para rehacer mi vida, lista para olvidar todo lo malo que me pasó.

-Cambia esa cara- dijo mi amiga una cuadra antes de llegar a la universidad-.

+Bueno, es la única cara que tengo-dije sin interés-.

-No es gracioso, ¿qué pasa?

+Pasa que soy una omega estúpida que perdió a su alfa y ahora toda la escuela se reirá de mi...

-Yo te apoyaré amiga-dijo dándome un lindo abrazo y llegamos a la universidad-.

El día pasó mejor de lo que esperaba, nadie se burló ni dijo nada sobre mi o la horrible cicatriz en mi cuello. Eso me hizo sentir un poco mejor, supongo que cada persona tiene suficientes problemas como para detenerse a ver los del resto.

Y bueno, salir de la universidad, me despedí de mi amiga y comencé a caminar en dirección a el centro de la ciudad. Necesito conseguir trabajo pronto o mi amiga se terminará cansando de mantenerme... Caminé aproximadamente dos cuadras cuando encontré una linda cafetería en la cual buscaban a una omega para ser mesera. Entré a la entrevista y después de una hora, conseguí el trabajo; quizá mi suerte acaba de cambiar. Trabajaría por las tardes y seguiría estudiando por las mañanas junto a Rocío. Y así comenzó mi primer día de trabajo.

La verdad, ser mesera no es nada del otro mundo; lo complicado es andar todo el rato en patines ya que la temática de la cafetería son los deportes, ¡que bien! Espero que se note mi sarcasmo. En fin, estuve toda la tarde trabajando al final del día, conseguí muchas propinas las cuales serían solo para mi y eso era bueno, podría pasar por algo para que mi amiga y yo cenáramos. Finalmente serviría para algo; en tres semana que llevo viviendo con ella, finalmente sería yo la que invite la cena y de ahora en adelante, espero que así sea siempre.
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Me encontraba limpiando las mesas, lista para irme cuando llegó otro cliente.

+Lo siento, estamos por cerrar-comenté posicionando me frente suyo-.

-Bueno... Solo quiero un café, para llevar. ¿Se podrá? - preguntó con una sonrisa de lado-.

Analicé al tipo unos segundos, se me hacía muy conocido y luego sentí su olor... Alfa.

+Espera aquí-dije seria y caminando en dirección a la cocina. Pedí el café y volví con el alfa- Aquí tienes.

-Gracias-dijo extendiendo un billete de cinco euros- Guarda el cambio- me guiñó un ojo-.

+Gracias- fingi una sonrisa y continué limpiando las mesas-.

El tipo salió del negocio y yo terminé mi trabajo, me despedí de mis compañeras y salí en dirección a mi casa. Estaba caminando tranquila cuando sentí la presencia de alguien siguiéndome y cuando me giré ahí estaba ese tipo otra vez...

+¿Qué quieres?- dije completamente a la defensiva-.

-Calma...solo te me hiciste conocida-dijo analizándome-.

+¿Qué quieres?- pregunté nuevamente-.

-Quizá tu nombre...

+Déjame en paz- sentencié-.

-¿Una omega retando a un alfa? Esto no lo había visto nunca- bromeó-.

+Pues si no quieres seguir viéndolo...lárgate.

-No dije que me molestara- sonrió de lado. Juro que si pudiera, en este instante le partía la cara- Anda, dime tu nombre. O por lo menos déjame llevarte a tu casa-volvió a hablar-.

+¿Llevarás a una desconocida a su casa? Claro, ¿no será que quieres otra cosa?- dije dudosa- Mira, sólo déjame sola.

-Pero juré cuidarte siempre...

+¿Qué dijiste?- pregunté confundida-.

-...Lo siento, supongo que solo me confundí de persona-dijo bajando la cabeza. ¿Un alfa sumiso?¿Dónde he visto esto?-.

+¿Ma...Maryan?-cuestioné nerviosa-.

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Bueno, ¿que les pareció este segundo cap? 

Diganme en los comentarios y nada, nos leemos luego.

Aió!!