VI

638 48 10
                                    

Son las 7:30 a.m. y ya estoy entrando al colegio. Me gusta llegar temprano para poder estar tranquila.
Cuando entro al aula, veo que ya hay compañeros dentro por lo que digo "Buen dia" a todos en general. Nadie responde y ni siquiera me miran, excepto Ramiro que se ríe en silencio y me mira desde su banco.  Paso por su lado y me siento en mi banco. Ni bien me siento se da vuelta y con una sonrisa me dice:

- Eso no va a funcionar acá.

- Qué cosa? - pregunto.

- Saludar a todos cuando entras, es tierno pero nunca vas a lograr que alguien te responda bonita - me responde en voz baja.

Gira su vista hacia la puerta y yo hago lo mismo, mientras veo que es Matías quien está entrando.

- Llego tu compañero el emo - me susurra Ramiro, y se sienta mirando al frente.

Matias camina hasta mi lado, mirando al piso. Cuando llega y deja sus cosas, me saluda con "Buen día" a secas. Yo le respondo lo mismo y le dedico una sonrisa.

Hoy es viernes, por lo que hay más revuelo en el aula que lo normal.

Cuando el timbre del recreo suena, decido no salir del aula y saco mi celular. Veo que todos salen, menos Matías, que se queda sentado a mi lado haciendo garabatos en su hoja.

- Cuál es tu color favorito? - dice, sacándome de mis pensamientos.

- Qué? - respondo, sorprendida por la pregunta.

- Qué cuál es tu color favorito - me repite, mirándome.

- Ah, em... no tengo ninguno supongo.

- Como no vas a tener color favorito? - dice.

- No sé, simplemente no hay ninguno que me guste más que los otros.

M: tenes que elegir alguno...

TN: no sé Mati, cuál es el tuyo?

M: el que quede más edgy

Me río y me mira y sonríe. Creo que por fin estamos logrando conectar un poco, o al menos estamos logrando poder entablar una conversación. Suena el timbre que da finalización al recreo y veo que Ramiro entra corriendo al aula y se sienta adelante mío.

- Escucha, voy a hacer una fiesta hoy en mi casa, invité a todo el curso, querés venir? - dice, exaltado y agitado.

- Sí, me re gustaría - le digo sonriendo.

- Genial, nos vemos a la noche entonces - dice mientras se gira para mirar al frente.

Matías me toca el hombro suavemente, y me dice en voz baja:

- Vas a ir?

- Sí, vos no? - pregunto.

- No quería, pero si vas vos, voy - me dice suavemente.

- Podemos juntarnos en mi casa e ir juntos si querés - le ofrezco.

- Si, estaría bueno. - responde con una sonrisa.

genial - candia y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora