XIV

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Narra TN

Suena la alarma de mi celular y abro los ojos. Veo como un rayo de luz entra por la ventana. Me giro y veo a Matias acostado al lado mío, aún dormido, lo que me saca una sonrisa.
Agarro mi celular y apago la alarma.

- Mhm - musita Matías - un ratito más - dice mientras se tapa con la frazada.

Le beso la frente y respondo.

- Tranqui, quédate que voy a hacer el desayuno.

Me levanto de la cama y abro mi armario para agarrar una remera y unas calzas negras cortas.
Voy al baño, me lavo los dientes y la cara, y me peino. Me asomo a mi cuarto para preguntarle a Matias que quiere desayunar pero lo veo tan dormido que prefiero no molestarlo.

Me dirigio hacia la cocina y no puedo dejar de sonreír. Pareciera mentira lo que pasó ayer y que Matias esté acostado en mi cama. Pienso en que tengo que hablar con Ramiro para pedirle por favor que no le diga a nadie (y menos a Matías) sobre el beso que nos dimos en su fiesta.

Abro la heladera y saco el pan lactal para hacer unas tostadas. Mientras espero a que se terminen, prendo la cafetera, me apoyo contra la mesada y saco mi celular. Noto que Matías había subido la foto que nos sacamos en la plaza a Instagram y no puedo evitar volver a sonreír. Abro los mensajes directos y toco el chat con Ramiro.


TN: Hola Rama, necesito pedirte un favor.

Para mi sorpresa, responde a los pocos segundos.

R: Hola, que querés? No te parece medio cualquiera pedirme algo después de lo que hizo tu noviecito?

TN: Justamente eso quería pedirte, que por favor no le digas a Matías lo que pasó en tu fiesta.

R: Tranquila. Si se entera, no es por mí, otras personas ya lo saben...

No puedo creer (en realidad sí) que Ramiro le haya contado a otros lo que pasó. Si bien simplemente fue un beso y nada más, y yo ni siquiera estaba con Matías, no quiero que se entere porque ya vi cómo puede ponerse.

Me cuelgo mirando como caen las gotas de café adentro de la cafetera, esperando a que las tostadas terminen de hacerse.
De repente siento como Mati me abraza por atrás, y puedo sentir su miembro apoyado contra mí. Me corre el pelo y me besa el cuello.

- Buen día. -dice- en cuánto va a estar el desayuno?

- Mmm, unos 10 minutos seguro - le respondo mientras me volteo y rodeo su cuello con mis brazos.

- Perfecto, tengo 10 minutos para hacer esto entonces. - dice, mientras me alza y me sienta sobre la mesada, comenzando a besar mi cuello, de manera muy repentina.

Jadeo por el movimiento y aprieto a Matias contra mí.

- Me encantas. - dice mientras me saca la remera y comienza a besar mis pechos.

- Cojeme - le susurro al oído entre jadeos.

Matías se aleja un segundo, se baja el bóxer y se pone un preservativo. Vuelve a acercarse a mí y me baja de la mesada.

- Date vuelta. - ordena.

Hago caso y me volteo.

Me empuja sobre la mesa, me baja la bombacha y me penetra con fuerza. Suelto un gemido y Matias comienza a moverse. Se siente tan bien, nunca nadie me hizo sentir así. Cada embestida era mejor que la anterior.

- Sos mía. - dice mientras termina.

Me sube la bombacha y me da un suave beso.

- Voy al baño - dice.

Se aleja y me pongo mi remera, al mismo momento en que la cafetera suena indicando que el café ya está listo.

Que hermosa manera de empezar la mañana.

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Hola! Mil perdones por haber desaparecido tanto tiempo, no me morí, simplemente la facultad me demandó más tiempo de lo normal.

Espero que disfruten el capítulo 🖤

genial - candia y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora