CAPITULO II

613 35 7
                                    

Caminaba hacia la tienda, Derek me había tratado de maravilla esta mañana. Después de haber “hecho el amor” anoche, pareciera que hubiese renacido uno nuevo. Uno más pasional, romántico, erótico. No lo sé.

Pero, aun así. Con él fue diferente, se preocupo por cada movimiento que realizaba, procurando que yo gozara tanto como él. Por lo menos ahora tenía algo en que pensar, algo que no fuese Justin. Cuando por fin llegue a la tienda, Anne ya estaba acomodando la ropa en sus respectivos estantes. La salude y fui a llevar mi bolsa tras del mostrador y me dirigí a ayudarle.

El día paso lento, no mucha gente llego al lugar, solamente un par de pequeñas pidiendo un vestido con estampados. Cuando menos lo espere ya eran las tres y media de la tarde. Anne se ofreció a salir por la comida mientras yo cuidaba en su ausencia. Cuando ella por fin se marcho, me coloque mis auriculares y encendí el pequeño mp3 que Derek había llenado de música increíble para mí.

“And in my hour of darkness 
She is standing right in front of me
Speaking words of wisdom
Let it be”

Cantaba mentalmente mientras trazaba garabatos en una hoja de papel, de pronto la silueta de alguien se formo frente a mí. Me quede unos segundos más sin voltear hacia arriba, por alguna razón un miedo incontrolable se apodero de mi ser. Tenía miedo de lo que podría ver si volteaba.

- ___ -escuche que susurro.

Mierda. A penas y voltee y mi bello se levanto. Por el amor de Dios, de una vez por todas quería terminar con esto, ya no quería sentir lo que sentía cada vez que sus ojos chocaban con los mios. Una lagrima corrio por mi mejilla, el con su dedo pulgar la quito y me sonrio tiernamente.

- Vete –dije apenas con un hilo de voz.

El hizo caso omiso a mi suplica, solo se quedo mirandome, dio la vuelta lentamente al mostrador y se posiciono frente a mí, cada vez que daba un paso hacia mi nuestras respiraciones se volvían mas constantes.

- No quieres que lo haga, yo lo sé –levanto mi barbilla obligándome verlo a los ojos.

- Si, si quiero que lo hagas, por favor –chille.

Me levante de la pequeña silla y camine al baño. Era dañina demasiada cercanía. Tome una bocana de aire, cuando lo sentí detrás de mí, tomándome por la cintura me atrajo hasta él y me dio la vuelta para quedar frente a frente. Sus ojos lucían cansados, como si no hubiese dormido por varios días y a la vez estaban brillantes. Con su mano quito un mechón de pelo de mi rostro, paso su lengua por su labio superior.

“Maldita sea, no lo hagas”

En un abrir y cerrar de ojos, me beso apasionadamente, hambrientamente. Me apoyo contra la fría pared y podía escucharlo sollozar. Baje mi cabeza para terminar con ello.

- No… esto ya no puede ser. –susurre.

- ___ si puede… Yo te necesito –volvió a besarme. Y nuevamente me aparte.

Una gota callo por su mejilla, joder. ¿Por qué me hacia esto? Me era tan duro verlo llorar, pero, yo estuve así y mucho peor y el jamás estuvo conmigo. Ese pensamiento no cesaba, tanto para él como para mí esto ha sido difícil, es por eso que todo debía terminar.

- No llores, te lo ruego –con mi mano quite las lagrimas de su rostro- Todo va a estar mejor cuanto tu y yo tomemos rutas separadas. Tú podrás encontrar al amor de tu vida y yo…

- Yo ya encontré al amor de mi vida, eres tú…

"No estar a la altura"/2da temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora