CAPITULO XVIII

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Se levanto de la cama, bajo sus pantalones y bóxers y se puso un condón. Yo ardía de pasión, al igual que el. Mientras yo me seguía tocando el quedo parado frente a mi por algunos minutos, disfrutando de la vista que yo le brindaba, observaba como me daba placer a mi misma pensando en el, en su cuerpo, sus palabras, sus besos, la forma en la que me hacía el amor. Y todas las cosas por las que él me volvía loca.


Narra Justin


La seguí hasta su habitación, se tiro en la cama y vi como se comenzó a tocar. Era tan excitante ver como mi chica se masturbaba pensando en mí, no quería sonar engreído, pero rogaba porque fuese así. Cuando menos lo espero ya estaba entre sus piernas, moviendo mi lengua rítmicamente dentro de ella, alrededor de su hendidura. Finalmente le dio la entrada a dos de mis dedos. Gimió. Pero pose mi mano sobre su boca antes de que alguien nos escuchara.

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Me quede helado frente a ella, mirar cómo se retorcía en su cama era algo tan morboso. Cuando ya no pude más me abalance contra ella y la invadí con mis besos y caricias.

- Te odio —susurro a mi oído mientras una lagrimas resbalaba de su mejilla.

- No me digas eso cariño, yo te amo... -le conteste sin parar de besarla.

- Sí, te odio... Odio amarte demasiado —esas fueron las palabras que necesitaba para embestirla- Agghh —chillo.

- Yo te amo tanto, que odio no tenerte a mi lado...

Dije antes de seguirla embistiendo de la misma manera, sin piedad. Sin control. Sin titubeos ni restricciones. Como a ella le gustaba que lo hiciera.


Narra ___

Yacíamos ambos sobre la cama, abrazados, mi cuerpo junto al suyo. Amándonos como locos. Todo ese amor que creí se desvanecía, estaba aquí, ahora, más fuerte que nunca.


Me dolía el hecho de que Derek me haya demostrado todo su amor, y estuvo en los momentos en el que más lo necesitaba, pero, fue algo muy rápido. Intente olvidar a Justin con él, lo cual era imposible.

- ¿Recuerdas cuando estaba ensañándote a nadar? —murmuro sonriéndome.

- Si —al igual sonreí- Como olvidarlas...

- ¿Quisieras reanudar las clases? —pícaro.

Me mordí el labio. Claro que me encantaba la idea de reanudar esas clasecitas, pero ¿ahora? ¿A mitad de la noche? Si mi madre se diera cuenta seguro que se volvería loca.

- ¿Es un sí? —asentí.

«No puedo negármele a él. Joderrrr.»

Emprendimos camino a aquella casa en medio del bosque, después de haber tomado mi bañador y una toalla. Me emocionaba tanto. Hace mucho que mi corazón no se aceleraba de esta manera.

"No estar a la altura"/2da temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora