Gahyeon parecía ser una niña afectuosa, lo suficientemente lista para abrazar a "Yoobin unnie" sin morir en el intento. Pero a diferencia de Siyeon, ella simplemente usó una tierna mirada. Similar a la que haría un perrito cuando quiere que le den comida. O tal vez era una especie de hechizo, lo que tenía mucho más sentido al tratarse de Dami.
Luego volvió a abrazarme y siguió Dong, lo cual fue emotivo por unos pocos segundos.
—¿Dónde está Bora unnie?—nos miró a todas pero al final se detuvo en Siyeon, como si ella fuera de alguna forma especial y tuviera, por obligación, que saber dónde estaba esa otra chica.
—Ella... Uhm... No pudimos sacarla de su trampa. Perdón.
—Es imposible... Minji Unnie debe saber cómo.—sacó su vista de la cabizbaja, haciendome foco de atención. Al menos de la suya.
—No lo sé. Probamos varias cosas pero nada funcionó. Pero creímos que tal vez tú si tendrías alguna idea.—Aunque pensandolo bien no quería volver a pasar por el puente. Esperaba una respuesta negativa y ya.
—Claro que sí —hizo una extraña mueca al achicar su ojo derecho y luego volvió a su estado normal —. Pero es tan obvio que creí que también lo sabrías.
—Definitivamente no. Probablemente sea un árbol sobrenatural que fue creado por Él para que no escape o que no la liberemos. Uso lógica donde hay arboles enormes pero no hay sol, donde la tierra es humeda pero no hay cuerpos de agua, donde no hay norte o sur... Supose que tú al vivir aquí sí entenderías.
—Pues seguramente sí lo sabes pero temes a las consecuencias.
La única forma era sacarla violentamente de ahí en el menor tiempo posible pero terminaría hecha carbón. Tanto Bora como las demás. Por que el fuego se extendería muy rápido y no tendríamos escapatoria. Todas aquí lo sabiamos pero parecía que Gahyeon sabía algo más. Me intrigaba saber qué. —¿Quieres decir que no debemos tener miedo a matarla?
—Sí —otra vez achicó el ojo derecho. ¿Acaso tenía un TIC?—. Bora Unnie es fuerte, casi como tú. Un poco de fuego no le hará nada.
—En otras palabras-
—Sí. Tú y Siyeon unnie deben sacarla. Luego volveran y seguiremos nuestro camino a Yoohyeon. Pero antes falta el plan para deshacernos de Él. Al menos algo básico, no sabemos qué hay más adelante.
Era inteligente, cada palabra que decía me lo confirmaba. Pero tal vez era demasiado inteligente. Todo el camino de vuelta lo pensé. Sabía mucho ¿eso era peligroso? Y si lo fuera ¿era amiga o enemiga? Nos estaba ayudando, no lo iba a negar. Pero todo buen espía se infiltra en el bando contrario al hacer un supuesto gran favor desinteresado. No sabía si confiar en ella. Otra vez.
—¿Qué debemos hacer cuando todo se prenda fuego?— Bora podía ser el objetivo si era importante. En conclusión eliminarla primero le daría ventaja a Él. Segunda conclusión, al no tener sus puntos débiles probablemente perderíamos.
—¿Cómo se apaga el fuego cuando no hay agua? Lo sofócas—Éso era cierto.—. El oxígeno es algo que tenemos en común. Sin él nos morimos, nos apagamos.
—¿Qué sugieres?
—¿Qué hay en tu mochila?—había olvidado que la traía puesta, pensé en qué cosas llevaba y se me prendió un foco. Tal vez su trabajo era averiguar si tenía cosas peligrosas.—Tal vez nos ayude.
—Cosas inútiles. Aunque probablemente usar mi capa de abrigo sea la mejor idea.
—Suena perfecto. Sino funciona tendremos que implementar tierra.
—Nos moriremos. ¿verdad? Es un malvado plan tuyo para deshacerte de mí y de Bora por que ya no nos quieres.
Siyeon parecía estar bromeando, lo cual estuvo fuera de lugar considerando el riesgo que corriamos pero no le importó plantarse frente al arbol junto a mí. Gahyeon se río y vaya, tenía una risa para clasificar como especial. Chillona y estruendosa, parecía tener aire en las cuerdas vocales por esos interrumpidos "ja". Supiré algo fuerte y miré a la peliazul para acordar cuándo actuar. Gahyeon y Han Dong tenian los extremos de mi capa unos metros, estaban listas. Yo no.
Aún así contamos hasta tres, tomamos los brazos de Bora y tiramos de ellos hasta estrellarnos contra el piso. Nunca me había enfrentado a una quemadura de tal grado. Sí, un par de veces algunas chispitas me habían quemado durante los rituales, incluso me había quemado con metal mientras cocinaba pero en este caso cientos de chispitas atacaban mis manos y brazos haciendo que una considerable cantidad de lágrimas salieran de mis ojos. Era lógico, me estaba prendiendo fuego. Luego todo se volvió negro y caluroso. Nos habían puesto la tela encima y sentía algunos golpes y pisotones por todo el cuerpo. Me preguntaba si ese dolor infernal se parecía al infierno. De ser así, entendía por qué Él había escapado. Otra idea que cruzó mi cabeza era que estaba llorando mucho y que me quejaba más en ese instante que en toda mi vida. Seguro Dami estaría pidiendo que me callara. Lo malo fue que aún después que el fuego se apagara y que nos sacaran mi capa de encima, el dolor persistía.
—¿Estas bien?—Sonreí al escuchar a Yoobin tan cerca de mí, se había arrodillado en el suelo y me miraba con una gran preocupación.
—Duele...—Fue lo único que me animé a decir por miedo a llorar más de la cuenta. Mis brazos eran una horrible mezcla de negro y rojo. Temía moverme, que doliera más y sólo observé como ella cabaña un hoyo hasta juntar un poco de tierra. Luego la puso en mis manos y por un segundo sentí alivio pero luego todo fue peor y comencé a agitar la cabeza.— Ag Duele el doble... Agua, debo tener agua en el bolso.
Volteé a ver en qué estado estaban Siyeon y Bora. Casi me tapo la boca con una mano al verlas, más el dolor me impidió moverme más de un centimetro. Ellas, dos ella, se estaban besando. En medio de lágrimas y probablemente un dolor infernal igual al mio, ellas se estaban besando... No podía creerlo. Nunca en mi vida lo había visto. Pero otra vez esa extraña y molesta familiaridad se hacía presente. Como si no fuera la primera vez que lo veía, y que era algo a lo que estaba acostumbrada.
Miré a las demás, Dami claramente las ignoraba mientras que Gahyeon y Handong las miraban con una sonrisa y ojos brillosos. Ellas lo estaban esperando al parecer.
— ¡Aaahhh! ¡Esto duele!—Me sorprendió la forma en la que un tono sumamente grave se transformó en un doloroso agudo. O tal vez fue el hecho de que Bora se separa de Siyeon sólo para gritar aquello.
—¡Unnie!—Gahyeon se veía muy feliz, ellas parecian estar muy felices, Dong también y cierta parte de mí tambien lo estaba pero el resto seguía sin compartir esa alegría, esa amistad y tal parece que algo más.
—¡Minji! ¡Te extrañe! —No quería adelantarme pero estaba segura que a esta tal Bora le gustaba gritar, era efusiva pese a tener todo el cuerpo con quemaduras. No cualquiera se lanza encima de ti al estar en esas condiciones. Al menos no había vuelto al hacer estallar mis timpanos con tonos inecesarios.
—Hola... Creo que lo mejor por ahora es que nos curemos. Tenemos cosas que hablar.
—Oh... Que seria estás.—Parecía incomoda. Y era extraño que me dijeran seria, por lo general yo tenía un comportamiento mucho más jovial que Dami, yo era la más animada de ambas. Tal vez antes había sido mucho más enérgica de lo que era ahora. Aunque de no tener los brazos tan adoloridos le hubiera correspondido de la misma forma, se veía como una buena chica.
—Bora Unnie, ella y Yoobin unnie pasaron al otro lado. Cambiaron un poco.
—Entiendo. Supongo que querras que me baje de encima.
—Por favor. Ahora hay cosas muy importantes para hacer.
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1/6/2020
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El demonio del espejo
FanfictionKim Minji es una joven que acompaña a su mentor, Jo Donghyuk, quien lleva a cabo una investigación sobre una criatura que lo atormenta. Al menos es así hasta que llega el momento para que Minji siga sola. ¿Y eso por qué?