XI. Brechas al pasado.
EMMA SLATER.
—¡No puedes salir en ese estado!.
—Si puedo.
—¡No puedes!.
—¡Si!.
—¡No!. —resopla—. El médico dijo que tenías que reposar.
Bufo molesta.
Miro de mala manera a Mustafa, que se yace recostado tranquilamente en la pared.
Desde mi gran episodio ayer, él ha estado cuidándome.
Ordenes.
Y bueno, no me quejo de esa parte, con lo momentaneos que han sido mis dolores, no veo de mala forma su compañía.Pero esto ya es muy agobiante.
—Necesito salir a tomar aire fresco, no puedo estar encerrada por un dolor, voy a pasar toda mi vida dentro de cuatro paredes.
—Emma, debes reposar. —responde de nuevo.
Ruedo los ojos y quito la manta de mi cuerpo, me siento sobre la cama, me pongo los zapatos y camino hacia el vestier.
—¿Qué haces?.
—A cambiarme, lo voy a hacer de cualquier manera. —lo escucho suspirar.
Tomo las prendas más cómodas que encuentro, salgo y camino hacia el baño.
Solo optó por vestirme, ya que recientemente me duche, y arreglo un poco mi cabello, y usando una leve capa de maquillaje que tape las ojeras.
—¡Tú puedes!. —me susurró a mi misma frente al espejo, en un intento de darme fuerza.
No encuentro a Mustafa al salir del baño, por lo que supongo está en la sala.
Camino por el pasillo hasta llegar donde esta él y Camille se encuentran conversando.Camille desde ayer que nos vio llegar, y verme casi media muerta, ha estado utilizando sus aprendizajes médicos para revisar mis pastillas, y todo lo demás.
Ya saben, el instinto.
—¿Cómo sigues? ¿Siguen los vómitos?. —pregunta.
Hago una mueca de asco. —Digamos que han reducido.
Las cosas empeoraron un poco desde que llegamos, mi apetito, de por sí, está nulo, y ahora al intentar comer un poco, pues tengo que alistarme para salir a vomitar lo que he ingerido.
No podría estar peor.
Y aunque ayer vino un médico, que resultó ser un profesor de Camille, vino por órdenes, dándome un chequeo y sacando algunas pruebas para estudiarlas.
Además de llevarse mis anteriores pastillas y darme unas nuevas, mostrándome como comprobar cuando las pastillas están alteradas.
Aprendizaje básico.
—¿A dónde vas?.
—Necesito aire, voy a salir.
Ella hace un chasquido con sus labios, y niega. Mustafa no desperdicia la oportunidad de hablar.
—Yo le he dicho que no será bueno si sale en ese estado.
—Tiene razón. —comenta Camille y se encoge de hombros—. Pero no te voy a contradecir.
Yo le sonrió en demasía, pero ella me gana de nuevo. —Pero yo iré contigo.
Inmediatamente niego y señaló y su gran vientre. —Tú no puedes hacer esfuerzos.
ESTÁS LEYENDO
Un Jeque para Emma #1 |TERMINADA|
Romance¿El amor o la salvación? ¿La verdad o la mentira? Una decisión lo puede cambiar todo, por que el problema de los secretos es que es muy fácil seguir coleccionandolos. Todos los derechos reservados ®. DI NO AL PLAGIO. Portada hecha por: Bianca C. Rod...