XXXVII. Sentimientos.
MALIK SABBAGH.
Mis manos se cierran sobre el frio barandal, la distorsión de mis múltiples pensamientos me ha tenido todo la noche despierto.
Mi nueva casa se siente vacía en este momento, por qué lo único que transcurre día y noche en mi mente es ella.Samantha.
O Emma, como fue su nombre cuando la conocí y me enamoré de ella.
Nunca me importó ver dos veces a la misma mujer, aunque no fui un santo, me mantuve a raya con mis deseos.Él abuelo siempre decía, que cuando conociéramos a la persona correcta, vendría a alterar nuestro mundo, nos volvería nada, y el quería ser el testigo principal de eso.
Mis padres no tuvieron una eternidad para ser felices, las circunstancias los llevaron a tomar decisiones y esas decisiones fueron fatales.
Ahora que tengo a mi madre de nuevo a mi lado, se que cada una de sus palabras son reales, el dolor y la tristeza que siente se a profundizado al saber que los responsables están encarcelados.
Por qué de alguna forma la venganza a acabado, y el pilar por el que estaba sostenida se a derrumbado.Vacío.
Así me sentía antes de conocerla, pero una mirada bastó para todo sentimiento triste desapareciera de mi sistema.
Ella irradia luz a su paso.La segunda mirada mirada me llevo a pedirles a Leylak que formará una amistad, aunque Abraham se adelantó, sabía que no tenía intenciones mayores con ella.
Todo fue más rápido que el Nighthawk, su modo de hablar aunque era silencioso, me atraía de cierta forma.
Era sarcástica.
Burlona.Algo sencillo, pero diferente. Al principio tuve miedo, sabía que era una menor de edad, y llevarla cinco años de diferencia era un gran peso, pero fue lo que menos pareció importarle.
Quise llevarla a conocer mis lugares preferidos, por ende las rocas de la playa de mi nueva casa fue el primer lugar donde supe que la llevaría.
Nuestro primer beso fue especial.
Por lo menos para mí lo fue.La forma en que sus labios inexpertos se movían contra los míos, me volvió nada.
Para mí estaba prohibido que tuviera contacto con mujeres en público, mi reputación era un artefacto que tenía que cuidar a toda costa.
Inútilmente falle a eso.Mi mente se distanciaba de la realidad, me llevaba a cometer impulsos, cosas malas y prohibidas que parecían buenas y leales.
Callaba a todo aquel que intentara hablar en mal de ella, mis sentidos de protección y posesividad estaban alerta sobre mi.Sabía que a Emma no le gustaba estar frente a las cámaras, o frente a un público mayor de dos personas, de cierta forma pensaba en que era cohibida.
Lastima que no sabía la historia completa.El día de mi cumpleaños y la fiesta, quería llevarla a mi lado, por eso le di los regalos.
Algunos hubieran pensado que estoy loco, hasta yo lo creía.
Y es que, cuando fue nuestro primer beso, estuve tan cerca de ella, que podía ver sus ojos de una manera más directa.Noté un reflejo azul en ellos, algo que sobrepasó el iris café, y se plasmó ahí, cada vez que estaba cerca podía notarlo, aunque no comentará nada al respecto para no incomodar el momento.
Supuse que era mi cabeza asociandola con ese color, y me ví comprando muchas cosas bajo ese tono.
Mis abuelos son mano dura para la gente desconocida, no confían en cualquiera, pero a ella la envolvieron como una más, inclusive el abuelo daba su visto bueno.
La creía perfecta para mí.
Por qué de las imperfecciones, está hecha la perfección.
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Un Jeque para Emma #1 |TERMINADA|
Roman d'amour¿El amor o la salvación? ¿La verdad o la mentira? Una decisión lo puede cambiar todo, por que el problema de los secretos es que es muy fácil seguir coleccionandolos. Todos los derechos reservados ®. DI NO AL PLAGIO. Portada hecha por: Bianca C. Rod...