Capítulo 13

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XIII. Encuentro.

EMMA SLATER.

Miro por última vez mi reflejo.
Mi cabello está recogido en un moño alto, algunos mechones caen siempre sobre mi frente.
Opte por usar unos jeans azules, una blusa blanca con manga hasta mis muñecas, y bailarinas a juego.

Doy un último vistazo, tomo mis cosas y salgo de la habitación.

Encuentro a Mustafa revisando atentamente su celular, cuando escucha que me acerco, da vuelta a su teléfono, mostrándome su contenido.

Una fotografía.
En ella, yace un doctor, visiblemente amordazado y con algunos rasguños en su cara, junto a él una enfermera pero esto no tiene rasgos de ningún tipo.

A ambos los conozco muy bien.

—¿Los conocés?.

—Eran los encargados de llevar mi tratamiento. —respondo desviando mi mirada.

Él asiente. —Ellos fueron los que adulteraron tú dosis.

—¿Quién les pago?. —pregunto apretando mis puños.

—No quieren decir. —expresa—. Pero pronto lo harán.

Suspiró. —¿Sabes algo más?. —pregunto—. ¿Quién se está haciendo cargo de ellos?.

—No me dieron mucha información. —responde—. Pero por lo que se, están a cargo de Amir.

—Amir. —respondo incrédula.

Un flashback me invade al escuchar su nombre.

—¡Ven acá hermana perdida!. —Amir exclama abriendo sus brazos, y sin mediar palabra corro y me lanzo a ellos.

—¡Te extrañe!. —susurro.

Él se ríe. —Es bueno que lo aceptes, pequeña guerrera. —me apreta más a su cuerpo—. Siempre estaré aquí para tí, y no dudes que haré lo que sea por ti.

—Me lo prometes.

—No es una promesa. —exclama—. Es un juramento. —susurra dejando un beso sobre mi sien.

Fin del flashback.

—¿Por eso te retrasaste?. —pregunto—. ¿Amir está en Dubái?.

Duda, pero al final responde. —Está en Alemania.

Amir Alabi.

Alab' Pretol es uno de los distribuidores de petróleo más grande en el mundo, él y su prima Melina, fueron de gran apoyo.

Además, sumado a eso, Melina se casó con mi tío.

Amir es de descendencia árabe, por ello conozco mucho sobre esa cultura, él es como un hermano para mí.

Por eso del apodo.
Hermana perdida.

Él participó activamente en el ejército, hasta hace un año que decidió retirarse.
Y, ciertamente el creo una empresa de seguridad.

Qué justamente es la que...
¡Dios!, Como no me di cuenta antes.

La seguridad y Amir no son una casualidad en la misma frase.

—Tú. —lo señaló—. Estas trabajando para Amir ¿Cierto?.

—No en su totalidad.

—¿Y toda esa gente?. —señalo a las afueras la seguridad—. ¿Trabajan para Amir?.

Asiente muy despacio. —No quería que lo supieras, pero dedució que eras astuta y en algún momento te darías cuenta.

—¿Y la seguridad de la universidad?. —mofó—. Por que no creo que sea una casualidad.

Un Jeque para Emma #1 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora