Capítulo 27

4.8K 496 22
                                    

XXVII. Visita.

SAMANTHA MÜLLER.

—¿Está en Dubái?. —pregunto a Esaú.

—Vino para la ceremonia del Jeque. —comenta mirando hacia el frente.

Un sabor amargo se instala al recordar las agrias y duras palabras de Malik, y la manera en que tuve que dejar las cosas.
Ese día sali de la universidad sin ni siquiera dar una explicación a los chicos sobre mi comportamiento.

Los mensajes de su parte han inundado mi teléfono, pero a la hora de abrirlos, desisto completamente de la idea.
Lo que tengo en claro es que en  algún momento tengo que dar la cara con mi verdadera identidad.

De Malik solo he sabido por las noticias que circulan sobre el traspaso, pero nadie hace conversaciones sobre esa familia, aunque si Asher sabía que tenía una relación con el, no dudo que Melina no lo sepa, o incluso Amil.

Esaú abre la puerta del auto y como mucho antes me tiende la mano para ayudarme a bajar.

Esaú fue uno de los amigos y mano derecha de mi padre en cuestiones de seguridad, mi padre confiaba su vida en él, y por ende se convirtió en mi guardaespaldas desde muy pequeña.
Caminamos hacia la entrada, la seguridad que Esaú ha traído es como si del presidente se tratase.
Ni el presidente usa tanta seguridad.
Las otras camionetas se estacionan en diferentes lugares de la casa, y se quedan en puntos específicos.

Una señora nos abre la puerta indicándonos que el señor espera en su estudio.

Cuando estamos por llegar a la puerta, levantó la mano a Esaú para que se detenga. —Puedes quedarte aquí, de ahora en adelante me haré cargo de esto sola.

—Samantha...

Le doy una mirada dura, haciéndole saber que no cambiaré de opinión por mucho que siga hablando.

Toco dos veces con mis nudillos, y al indicar el pase abro la puerta  para adentrarme.
El gran Damián Romanov está detrás de su escritorio calando fuertemente de su cigarrillo, se levanta de su asiento y con facilidad lo rodea para darme un abrazo en modo de saludo.

—Samantha. —emite—. Me alegra que estés bien.

—Gracias. —respondo—. Pensé que no estarías en Dubái estos días.

—Llevo más de un mes aquí. —exclama—. Pero nadie lo sabe. Toma siento.

—Sabes a lo que vengo ¿No?. Quiero ir directo al asunto. —le digo acomodandome en una silla frente a él—. Tú eres el único que sabía muchas de las cosas que mi padre escondía.

—Sebastian sabía muchas cosas. —dice—. ¿Estás segura de querér saber?.

Damián Romanov y mi padre se conocieron durante una de las redadas alemanas, mi padre sirvió por algún tiempo en el ejército, mucho antes de querer fundar sus propias empresas.
El día en que se conocieron iba a caer uno de los carteles más grandes de Rusia, habían logrado atrapar la ubicación de varios kilos de droga, y la emboscada estaba preparada para entrar en el radar.

Mi padre siempre pudo identificar a la gente que no tenía intenciones de hacer un daño físico, y aunque Damián lideraba dicho cartel, siempre mantuvo ideales paz.
Mi padre lo salvó de uno de los balazos que el cartel opuesto, y los que habían hecho el anuncio sobre dónde se encontraba la droga.

Aunque Damián logro huir esa noche y desaparecer durante varios años, se volvieron a encontrar, ya que Damián tiene empresas que sirven para cubrir el envío de la droga.

Un Jeque para Emma #1 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora