Capítulo 15

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XV. Choques.

EMMA SLATER.

Primer beso.

Ese pensamiento inunda mis sentidos una y otra vez.

Nunca me imaginé dar mi primer beso con Malik.
No es algo de lo que me arrepienta, simplemente no lo ví venir.

No es como si todos los días, un guapo árabe-casi-jeque, se acerque a tí de una manera más sentimental.

Espontáneo.
Directo.
Sensual.
Atrevido.
Dulce.

Creo que esas palabras pueden describirlo.
¿Qué estoy haciendo?.
Esa pregunta me la planteo más de lo que mi mente está procesando información.

Malik es mayor, exactamente tiene 22 años, según fuentes -internet-, casi 23 años.
Cinco años mayor.

¡Dios! A mí me gusta echarle más leña al fuego.

¿A poco no me gustan mayores?.
Por qué creo que ahora lo estoy descubriendo.

Él actual mensaje de Malik destella en la pantalla.
Sonrió en demasía, caminando hasta la cafetería.

Mis pasos se vuelven lentos, podría decirse que me siento en una nube.

Cruzo en unos de los pasillos, ahora la seguridad se me hace más cómoda y digerible. Además, de que solo dan un vistazo a través de sus gafas oscuras.

No hablan.
Y no se inmutan.
Bien para mí.

Desvío mi mirada de ellos, y tomo el pasillo que da directo a la cafetería.
Al girarme para caminar, observó que al final de pasillo se encuentran los señores Sabbagh junto con Leylak, por lo que se ve, están en una conversación bastante acalorada.

Desvío mi mirada para no incomodar y que no me cachen de entrometida. Me adentro a la cafetería en busca de Mila.

¿Por qué no de Malik?.
Déjenme informar que tuve que hacer un pequeño trato respecto a eso.

Nada de contacto que sea en público.
No miradas.
No conversaciones.
No besos.

Creo que eso no iba en trato, pero en fin.

Mila levanta su mano para que logré verla, me acerco hasta donde se encuentra.
Me acomodo libremente a su lado.

—¡Hey!. —exclama, sus bonitos ojos verdes se clavan en los míos.

Mila definitivamente es una chica muy bella. En todos los aspectos, tanto físicos como emocionales.

Su cabello ébano es muy ondulado, los rizos se deslizan por sus hombros, y sus ojos verdes son bastante exóticos.

—Hola. —respondo—. ¿Cómo va todo?.

—Normal. —me dice, se agacha un poco y susurra—. ¿Donde has dejado a Jethro?. —deja salir una leve risita con esa frase.

—¿¡Ah!?. —exclamo a esa frase.

—El griego suculento no aparece por ningún lado. —levanta sus cejas—. ¿Ha pasado algo que no sepa?.

Muchas cosas.
Pero ninguna incluye a Jethro.

No lo he visto por ningún lado, ni en clases, ni en ningún lugar.
Es raro.

—No ha pasado nada. —respondo mirando hacia el frente—. ¿Qué pasaría?.

—No te hagas Emma. —me señala—. El griego está coladito por tí, no creo que no lo hayas notado.

Un Jeque para Emma #1 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora