Apuestas Afortunadas//Editando//

DANGEROUS FEELINGS//Editado//

Becky's POV

Sentí unas cosquillas en mi espalda. Poco a poco abrí los ojos, encontrándome con los de Liam observándome.

Rápidamente me tapé bien con las sabanas, ya que yo dormía desde siempre en ropa interior.

— ¿¡Qué haces aquí!?—grite histérica.

Ojalá Lena no se hubiera ido.

Sus padres habían decidido que la echaban de menos y que se la llevarían un tiempo con ellos, dejándome sola en aquella habitación.

Por lo que llevaba una semana sin tener a nadie con quien hablar antes de dormir, ni con quien sentirme protegida ante tanto pijo.

Las chicas habían venido de vez en cuando, pero me había acostumbrado a la presencia de mi tímida amiga.

Liam no dijo nada. Me preguntaba que estaría pensando.

Liam's POV

Me desperté de golpe. Llevaba una semana teniendo el mismo sueño, que más bien es una pesadilla.

Becky era maltratada por aquel hombre borracho y yo no podía hacer nada.

Me levanté, me vestí y me dirigí a la habitación de Becky.

Odiaba esa sensación de que ella estaba en peligro y la incertidumbre de no saber por qué ni que hacer.

Por suerte la puerta de su habitación no tenía puesto el pestillo. Aunque debía reprenderla por eso, era peligroso dejar la puerta abierta.

Becky dormía boca abajo, con las sabanas hasta la cintura, por lo que pude ver que ella dormía en ropa interior.

Una sensación de alivio y felicidad recorrieron todo mi cuerpo, al verla ahí dormida, tan plácidamente. Ni siquiera le di importancia a tener a una mujer medio desnuda delante de mis ojos, solo me importaba su bienestar.

Me arrodille al lado de su cama y le acaricie la espalda.

¿Qué me está pasando? Apenas la conozco y ya me importa más que cualquiera de las personas que conozco.

Abrió los ojos lentamente y cuando me vio, rápidamente se tapó.

— ¡¿Qué haces aquí!?—del grito que pego casi me quedo sordo.

Solo pude reír ante su reacción.

—Vine a buscarte para hacer algo juntos.

—Ya he hecho planes con Majo.

¿Quién era Majo? No me suena que alguien del internado se llame así.

— ¿Majo?

—María Valenzuela. Una de las mejores personas que conozco—me aclaro.

La puerta se abrió y por ella entro justamente María, con un montón de chucherías.

—Hola—nos saludó a los dos con una gran sonrisa—. ¿Te vas a quedar?

Yo miré a Becky, quien miraba a María, quien me miraba a mí.

—Te puedes quedar, si te sales y dejas que me vista.

Me levante y salí por la puerta y espere a que María saliese a buscarme en lugar de Becky para que pudiera entrar.

Aquel día vimos muchas películas, pero a ninguna le preste atención, solo tenía ojos para Becky.

Me había sentado a la altura del cabecero de su cama.

Pero ella se había sentado al otro lado de María, quien por cierto no paraba de comentar las películas.

A la hora de la cena, fui con ellas y sus amigas.

Pero otra vez, no prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor, solo observaba a Becky reírse con sus amigas.

— ¡Liam!—me grito... ¿Talia?

Tengo que aprenderme sus nombres si quiero conquistar bien a Becky. Llevarme bien con sus amigas tendría que hacerme ganar puntos, ¿no?

La miré esperando a que me repitiera lo que me había dicho antes.

— ¿Qué cuando es el próximo partido?

— Mañana. Contra los pijos de la Academy Royels Two. Tan odiosos y malcriados que duele mirarles—ellas se rieron ante mis palabras—. ¿Qué es tan gracioso?

Talia me dio unas palmaditas en el hombro mientras aún se reía, como si fuera obvia la respuesta. Pero yo les miraba sin comprender nada.

—Es que a ver—comenzó Becky—, nos resulta bastante irónico que tú digas eso, teniendo en cuenta donde estamos.

Entonces comprendí que para ella, todos en esta escuela solo éramos unos niñatos pijos descerebrados. ¿Era eso lo que realmente pensaba de mí?

—Aunque bueno, en esta escuela hay algunas excepciones—añadió María y Becky asintió con la cabeza mientras masticaba.

Tal vez se referían a mí.

Cuando acabamos de cenar, acompañe a Becky a su cuarto. Ella iba por delante de mí, lo que me proporcionaba unas muy buenas vistas.

Cuando llegamos al pasillo donde su habitación se ubicaba, me apresure a cogerle la mano, para que parara de caminar.

Llevaba todo el día pensando que si quería ganar la apuesta, debía avanzar en nuestra 'relación'.

—Becky, quería preguntarte algo...—ella me miro a los ojos.

— ¿Qué pasa, Liam?

Yo tomé una respiración profunda durante unos largos segundos, estaba comenzando a ponerme nerviosa.

— ¿Quieres ser mi novia?

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