Luna, Matteo y todos los chicos del Jam and Roller han crecido, ahora tienen hijos y es su turno de vivir locas aventuras, ¿Estas dispuesta a leer cada una de ellas?...
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Alcé mi puño dispuesta a tocar la puerta de la familia Banderbield. Suspiré y volví a bajar la mano. ¿Sería muy mala si lo dejo plantado?. Giré sobre mis talones para irme a casa.
-¿A dónde crees que vas?- cerré los ojos, James me había pillado.
-Yo... creí que me había equivocado de casa, pero, ostia que sí es la correcta- disimulé.
-¿Vos crees que podes venir a mi casa, hacer muecas a mi puerta y luego pretender que yo no lo noté?- me pilló de nuevo. Para evitar mi sonrojo traté de pensar en algo horroroso, Lucas.
-Emmm, así es como lo hacemos en España, es nuestro saludo oficial- James soltó una carcajada.
-Anda,pasa antes de que los vecinos vean tus formas raras de entrar a una casa.
Por dentro todo era muy acogedor. Me acerqué al muro lleno de retratos de la familia. Toda mi atención se centro en la foto en la que aparecía James, tenía unos ocho años y vestía como en los años 50's, chaqueta de cuero, pantalones pegados, era una monada.
-En el colegio de México teníamos festivales, me tocó salir como Danny Zuko- explicó él. -¿Queres tomar agua?.
-Prefiero ver una película- confesé. James tenía muy buenos gustos en películas.
-¿Harry Potter?- negué con una mueca.
-Cel siempre trata de ponerla, me quedo dormida apenas empieza- él sonrió y siguió buscando.
La puerta se abrió y entró Fernanda. Iugh.
-Regresaste rápido de hacer ejercicio, ¿No? - reprochó James.
-No fui a correr, tenía otras cosas que...-
Fer soltó una bolsa que llevaba y salió corriendo arriba.
-¿Qué le pasa?- pregunté confundida.
-No lo sé, es rara- James encogió sus hombros y siguió buscando.
Me levanté del sillón y recogí lo que Fer tiró al suelo.
-¿Vuestros padres no están?- pregunté a James.
-No, es su aniversario- asentí y subí las escaleras.
-¿Fer?, ¿Estás bien?- no hubo respuesta. Terminando las escaleras había un gran pasillo con cinco puertas, ¿En cuál de todas podrá estar?. Me acerqué a cada una, la última estaba entre abierta.
Abrí por completo la puerta y Fer se estaba echando agua en la cara.
-¿Qué haces acá?, me asustaste- susurró Fer.
-Dejaste abajo esto- sus ojos se abrieron de par en par cuando vio la bolsa. Supuse que había algo gordo detrás de todo esto. Llevé la bolsa detrás de mí impidiendo que Fer la agarrara.
