Luna, Matteo y todos los chicos del Jam and Roller han crecido, ahora tienen hijos y es su turno de vivir locas aventuras, ¿Estas dispuesta a leer cada una de ellas?...
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—Mierda, no otra vez—me quejé al ver que por milésima vez en el día perdía en fornite.
Dejé el control del play a un lado y me tallé los ojos.
Tal vez es buen momento para salir a tomar un poco de aire y pensar. Tenía pocos días sin hablarle a Nicole y de verdad me sentía frustrado. La extrañaba, pero por el momento es mejor estar lejos.
Tomé mi billetera y celular antes de salir de mi cuarto. Bajé las escaleras.
—Iré a caminar un rato— avisé a mamá mientras tomaba mi chaqueta. Jim y mamá estaban viendo una película mientras comían pochoclos.
—Sí cielo. ¿A dónde irás?—preguntó mamá sin despegar la mirada del televisor.
—Espero que a resolver las cosas con Nicole— dijo Jim volteando a verme.
—¿Discutieron?, pero si ustedes son mejor amigos. ¿Qué sucedió?— se alarmó mamá.
—Nada, todo está bien. Vuelvo antes del anochecer— dije antes de que siguiera el interrogatorio.
Salí de casa y caminé hasta el Starbucks más cercano.
Entré al local y solo había una parejita de enamorados besandose. Hice una mueca. La pareja se separó un poco y me di cuenta de que eran Leo y Celeste.
Antes de que pudiera huir Celeste me miró y le dijo algo a Leo quien se giró y me hizo una seña para que me acercara.
—Lamento interrumpir— dije una vez que los había saludado.
—No te preocupes, no interrumpes— contestó Cel con una sonrisa—¿Qué te trae por aquí?.—
—¿Por fin decidiste arreglar las cosas con Nicole y viniste por su café favorito para ofrecerle disculpas?—dijo Leo.
Leo era como mi mejor amigo. Siempre nos hemos contado cosas que nos cuesta contarle a otros.
—No y no creo hacerlo—Leo me miró confundido — Creo que las cosas están mejor así para ambos.—
—No estás hablando en serio ¿O sí?—asentí completamente seguro— Esto es más grave de lo que pensé—
—¿De qué hablan?, ¿Qué sucedió entre Nicole y tu?—preguntó Celeste.
—¡Nena!, tu eres una chica— se giró Leo emocionado a ver a su novia.
—Desde que nací sí—contestó sarcásticamente Cel, solté una risa al mismo tiempo que Leo.
—Disculpa, no era así como quería que se escuchara. Me refiero a que tu opinión podría ayudar a Jorge—lo pensé un momento. Celeste siempre ha sido una chica dulce, discreta y sobretodo buena para dar consejos.
