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Una pequeña aclaración:
Cuando el texto esté entre '«»' y en cursiva, significa que nuestra protagonista está pensando.

Eso es todo, gracias por leer. (◍•ᴗ•◍) ♡

¡Comencemos con el capítulo!

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🍁Karasuno❞🍁

🍁❝Karasuno❞🍁

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Kazumi's POV

El sol cálido que aparecía en invierno por la mañana, era lo más lindo para entrenar.

Luego de amanecer a las 8:30 a. m., desayuné un poco de arroz blanco con tostadas. Éstas, estaban cubiertas con una delgada capa de jalea, y las acompañaban algunos frutos secos de mis favoritos. También, además de beber un poco de té, agregué a mi porción un batido de proteínas; el cual, tanto yo cómo mis hermanos, bebíamos, porque los tres hacíamos actividades que requerían de energía y nutrientes.

Nosotros, al igual que varias familias de la zona, dejábamos los desayunos tradicionales para los fines de semana, ya que en el trascurso de la dicha nos encontramos constantemente apurados y no logramos hacerla con tranquilidad.

Una vez cambiada con mi chandal de entrenamiento, zapatillas, una botella de agua y mi mochila deportiva colgada sobre mis hombros, estaba por agarrar las llaves de la puerta principal para salir a correr, como hacía cada día mientras aún podía; porque una vez comience la semana entrante, en la cual mis clases comenzarían, tendré que hacer footing por la noche.

Al agarrar el objeto, me percaté de un pequeño papel sobre la mesa que teníamos al lado de la puerta. Era una pequeña lista de víveres acompañada con dinero, firmada por Aneko en la mañana.

«Pocas veces madruga tan temprano... ¿A dónde habrá ido?»

Restándole importancia, guardé lo encontrado en la mochila junto a mi balón de voleybol, y abandoné mi hogar.

Recorría las calles hasta llegar a un bello parque, y una vez allí, daba 20 vueltas alrededor de este, en una poderosa entrada en calor.

Posteriormente, descansé unos minutos en un banco, mientras observaba el paisaje y la soledad de aquél lugar. Saqué el bonito balón que me había regalado mi primo, y comencé a hacer los ejercicios que realizaba años atrás.

Por suerte, el sitio donde estaba contaba con un gran mural pintado hace muchos años, el cual estaba desgastado, lleno de graffitis y palabras; así que lo usé como contrincante, practicando recepciones.

Cómo amaba hacer aquello.

Acomodar las manos frente a ti, flexionar las rodillas, y alinearse con uno mismo para luego empujar el balón de nuevo contra el enemigo que nunca perdía: la pared.

𝐋𝐀 𝐉𝐔𝐆𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐊𝐀𝐑𝐀𝐒𝐔𝐍𝐎   ━━━𝙝𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪̄.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora