Toxic Love ||Flippy/Fliqpy y Tú||

XXIII

~Me gustas~

Pov _____:
Flippy y yo cuidamos de Cub mientras pasaban las tres horas en las que estaría con nosotros, había sido bastante entretenido jugar con él. Cuando menos los esperamos, Pop llegó por el pequeño.

El tiempo había pasado tan rápido. Terminaba de tomar una ducha; sequé mi cuerpo, me puse la ropa con la que dormiría y salí del baño mientras secaba mi cabello con la toalla.
Cuando salí, busqué a Flippy por toda la casa pero no lo había encontrado, tal vez había salido para ser algo importante.

La curiosidad me mataba, así que decidí dar un recorrido con detenimiento por la casa. Era bastante acogedora, incluso me gustaba la decoración a pesar de que habían algunas armas en las paredes.

Comencé a desesperarme, Flippy no aparecía por ningún lado, tal vez no tardaba en volver. Apagué las luces, me senté en el sofá y encendí la televisión para intentar distraerme un poco.
¿Por qué me preocupaba tanto?

Comencé a cabecear y a sentir los párpados pesados; el sueño se hacía presente. Decidí apagar la televisión, caminé hacia la habitación y me tiré a la cama para después quedarme dormida. Jamás puse el seguro a la puerta.

~~~

Me desperté al escuchar que alguien me hablaba, mi vista se acostumbraba a la oscuridad y a la leve luz de la luna. Cuando pude ver mejor, me di cuenta de que era Flippy quien me hablaba.
Estaba encima de mi, apoyándose de sus brazos y a la vez me acorralaba con ellos.

—¿F-Flippy? —murmuré nerviosa—.

—No soy Flippy —se acercó y pudimos sentir nuestras respiraciones mutuamente—.

Antes de que pudiera hacer o decir algo, Fliqpy se acercó a mi cuello y comenzó a dejar leves besos con algo de inseguridad; ¿de verdad era Fliqpy? ¿Estaba bien?

—Quiero poseerte... quiero que seas mía —dejó de dar besos en mi cuello y se acostó a un lado de mi—. Quiero conocerte... siento que eres alguien especial...

—¿Fliqpy de verdad estás bien? Tú no dirías... —me interrumpió—.

—Cállate de una maldita vez, tonta castaña —hizo una pausa y me abrazó—. Ahora duérmete o cortaré tu bonito cuello.

—Pero...

—Es una orden.

~~~

Miraba a Flippy con detenimiento, analizaba cada uno de sus movimientos y me cuestionaba sobre lo sucedido anoche. Tardé en dormirme por pensar en ello, Fliqpy se había quedado dormido profundamente y ni siquiera sentí un tacto indebido.

—¿Pasa algo?

—¿Cómo está Fliqpy? —pregunté sin siquiera pensar antes de hablar—.

—Oh, él... él está bien... ¿Por qué? —frunció el ceño confundido—.

—Solo... —hice una pausa—. Quiero ser amable —desvíe la mirada—.

—Agradezco que te preocupes por ambos —sonrió—.

—¿Recuerdas algo de anoche? —murmuré—.