Marshmallow - 2JAE

20

Jaebeom disparó sus últimas balas y logró matar a los dos últimos enemigos.
Se acercó corriendo al cuerpo que había caído frente a él y llevó sus manos a la herida en el hombro del chico.

— ¿Puedes escucharme? Hey, amigo hiciste un gran trabajo aquí hoy.

— ¿Voy a morirme, señor Jaebeom? — la voz de Dian sonaba entrecortada, sus ojos estaban llorosos.

—No, no lo harás. Estarás bien ¿Entiendes? Te llevaré a un hospital y...

—Jaebeom debemos salir de aquí de inmediato, no tenemos mucho tiempo. Debes tomar una decisión rápido, su vida o la nuestra.

Del otro lado del hangar, a unos cuatro metros del helicóptero el cuerpo de Chae estaba tendido sobre el de Bambam, el platinado lloraba descontroladamente debido al shock.

— Chae, se fuerte. Chae no mueras — exclamó el platinado acomodando su cuerpo, la chica intentaba cubrir la herida justo en el centro de su abdomen pero la sangre que salía de ella había empapado su camiseta lila.

— Bambam, mírame ¿Estás bien? — fue lo primero que preguntó Yugyeom cuando llegó hasta ellos.

— Yugyeomie, no dejes que muera — el menor se arrodillo frente a la mujer que yacía moribunda sobre el suelo, las manos de Bam se posaban sobre su herida en un intento de detener la hemorragia — Chae ¿Por que hiciste eso?

—Chaeyoung — murmuró acariciando su cabello —Aguanta un poco, te llevaré a un hospital. Vas a estar bien

—Yugyeom, mirame. No voy a durar mucho, lo sé — su voz era apenas audible cosa que hizo que los ojos de Yugyeom se llenaran de lágrimas — Sé feliz, Gyeom. Hazlo feliz a él también.

— Chae...

— Te adoro, mi niño.

— ¡Chaeyoung!— Bambam parecía realmente ansioso, de sus ojos caían lágrimas de las cuales no estaba totalmente consciente. Podía ser que no simpatizara mucho con ella, podía ser que incluso en algún momento la odiase, pero eso no cambiaba el hecho de que había recibido una bala por él, había dado su vida por él. No podía reaccionar de manera distinta.

—Bambam, cuida mucho de Yugyeomie ¿Si? Él es muy distraído.

—Chaeyoung, por favor. Aguanta un poco más.

—Yugyeom debemos irnos.

— No voy a dejarla así, Jaebeom.

—Yo me encargaré de ellos, hyungs.

La voz de aquel chico les había sorprendido, una vez que Jaebeom aseguró que era alguien confiable corrió hasta el helicóptero, Yugyeom dejó un beso en la frente de Chaeyoung y Bambam lo imitó.
Ellos dos tomaron otro helicóptero pues era claro que no cabrían en uno sólo, agradecieron a sus aliados que tomaran eso en cuenta.

En menos de quince minutos todos estaban en pleno vuelo, todo estaba callado y demasiado tenso.

Jinyoung había hecho un torniquete en el brazo de Hyunjin y se había quedado recostado en su hombro, ellos no eran tan cercanos sin embargo sabía que el menor necesitaba algo de consuelo.
Jaebeom mantenía a Youngjae entre sus brazos susurrándole mil y un perdones mientras besaba cada parte de su rostro, agradeciendo que estuviese bien.

Definitivamente tendría que ser más cuidadoso de ahora en adelante.

Habían tenido que recorrer un largo camino, cambiaron el helicóptero por un avión para mayor comodidad pues tardarían más de diez horas en llegar al lugar en donde los chicos que les habían ayudado les sugirieron que se quedaran.