Cap 6: "Cuarentena de amor". Parte 1

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 Aviso: para este cap se recomienda usar audífonos.

 -¿Ese no es... Damien?-.

 NARRA MAX:

 En el momento en el que escuché su voz me puse furioso, solo pude pararme, acercarme a los barrotes y gruñir en alto por instinto. No entendía cómo pudo llegar hasta ahí o por qué estaba ahí en primer lugar, pero en ese momento solo quería salir a arrancarle la cabeza a todo aquel que se atreviera a ponerle un dedo encima.

 -Ya cálmate Max-. Eso solo hizo que me enfadara más. Él no entendía como me sentía... Nunca lo hizo.

 -¡Tu cállate, no sabes cómo me siento!-.

 -¡Lo sé porque yo estaría igual que tu si ese fuera Leo! Pero debemos pensar con la cabeza fría porque como estás ahora no lograrás nada más que venga un soldado a sedarnos-.

 Por mucho que lo odie, tiene razón, si quiero ayudar a Damien primero debo salir de aquí... Aunque eso signifique trabajar con mi hermano.

 -Bien. ¿Ya tienes un plan?-.

 -Algo así... Pero creo que Damien nos servirá-.

 -¡Que ni se te ocurra usarlo de escudo!-.

 -No me atrevería. No, lo que tengo pensado es usarlo de distracción-. Al escuchar eso solo me dediqué a gruñir entre dientes.

 -Tranquilo. Deja te explico bien el plan-. En eso sonó una explosión y muchos, DEMASIADOS gritos de dolor de los soldados a lo que yo y mi hermano solo nos dedicamos a mirarnos confundidos.

 ...

 Luego de un rato todo quedó en completo silencio y por la puerta de nuestra celda pasaron dos chicos a los que reconocimos de inmediato.

 -¡¿Damien?!-.

 -¡¿Leo?!-.

 Dijimos, pero en el momento recordamos que por nuestra apariencia no solo no nos reconocerían sino que no entenderían nada de lo que dijéramos. O al menos eso pensamos.

 -¿Cristian? ¿Eres tu?-. Todos nos quedamos sorprendidos con su respuesta.

 -¿Quién lo diría? Parece que incluso con esta apariencia, sigo siendo el amor de tu vida, ¿no es así? Después de todo, soy irresistible en todas mis formas-.

 -Agh ya quisieras-. Dijimos Leo y yo al mismo tiempo a lo que nos echamos a reír en su cara y esto hizo que se enfadara.

 -Siento interrumpir su diversión, sea de lo que sea que hablen, pero Leo ¿me podrías decir de qué tanto hablas con ellos y cómo es que les entiendes?-.

 -Si, eso es algo que todos nos preguntamos-. Le dije.

 -No puedo explicarlo bien... Pero es como si lo que ellos dicen automáticamente se traduce en mi cerebro al español humano... Como si hubiera estudiado su idioma antes-. Eso nos dejó perplejos a todos.

 -Bien. Como sea. Vámonos Damien, no hay mucho tiempo-.

 -Esperen, no nos piensan dejar aquí, ¿o si chita?-. Genial, ahora pone la cara de un perro mojado.

 -No creerás que eso es tierno... Porque para nada lo es. Y si, los pienso dejar aquí porque es su problema no el nuestro, ustedes se lo buscaron además, ¿qué razones tendría para liberarlos? Digo; vinieron aquí a invadir, esclavizar, violar y matar a todos los humanos en primer lugar, secuestraron a mis amigos, los violaron-.

 -De hecho, de tus amigos solo fue violado Damien y solo lo violé yo así que...- Interrumpí.

 -Como sea... Me secuestraste en más de una ocasión, intentaste violarme y me extorsionaste-.

Entre el amor y la guerra todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora