Epílogo

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Los colores blancos, azules y negros debido a los adornos del lugar donde efectuará la boda, azules por aquellos vestidos de las damas que acompañaran a la novia, negro por los smoking's de aquellos que fueron invitados.

Las campanadas de aquella lujosa iglesia donde se efectuará aquella sagrada unión, donde se unirán dos almas que se han amado.

Con los nervios a flor de piel Steven se encontraba frente al altar esperando por la novia.

La marcha nupcial se hizo presente ante la llegada de la novia, todos los presentes que hay se encontraban voltearon, una sonrisa surco los labios del novio, unas miradas de sorpresa de parte de los invitados, pues nunca vieron a la chica arreglada, solo algunos que la vieron en su primera boda y no es nada comparada a como está ahora.

Las fuertes tragadas de saliva no faltaba ni los suspiros, pues eran aquellas personas que decían que ella no era una mujer bella, ahora se daban cuenta que estaban totalmente equivocados, aquellos que la conocieron cuando aún era joven veían el cambio total de la chica, desde la cabeza hasta la pinta de los pies las mujeres aún la veían con envidia y los hombres con deseo.

Steven no pasaba desapercibido, dándose cuenta de aquellas miradas que le daban algunas mujeres que lo veían con lujuria y coqueteo.

Caminando del brazo de Rafael con el ramo de flores en ambas manos y el pequeño sobrino sostenía su velo.

Al llegar Rafael entrega a Sofía y sonríe.

- Te la encargó Steven, cuídala y protegerla.

- Claro que lo are.

- Bueno es una promesa de lo contrario te la quitaré y ni la volverás a ver.

Una pequeña risilla salió de los labios de Steven, pero callo al ver la seriedad en si rostro - hablo enserio.

- Claro que te lo prometo no te defraudaré.

Tres años después.

El sonido de un despertador a las 7:30 AM anunciando que es hora de despertarse, la persona que está recién despertando toca el lado izquierdo de la cama y solo siente la soledad.

Apagando el aparato abre los ojos dándose cuenta que sj pareja no está.

Suspira resignada y se levanta, camina por los pasillos de su hogar y sigue los ruidos que se escuchan en la cosina.

Abrazando a la persona que está en la estufa por la cintura comienza hablar.

- Me has ganado de nuevo.

- Lo se Steven es necesario sino quien prepararía el desayuno.

- Lo se, no me puedo imaginar ser yo el que cocine.

- Ni lo recuerdes, tuvimos que comprar un horno de microondas nuevo.

- Creo que no debo de entrar a la cosina de nuevo

- Es lo más aceptable y coherente que has dicho a lo largo de tu vida 

- Espera me ofendes - dice eso en el lapso de tiempo que le suelta la cintura.

- jaja lo que aun no entiendo con lo que sucedió esa vez es que como es que pudiste sobrevivir si no sabes cocinar.

- Pues.. - se lleva una de las manos detrás de la cabeza y sus mejillas comienzan un poco a tornarse un poco rosaseas - contrate a alguien que me hiciera el almuerzo, comida y cena hasta que me case contigo.

Una estruendosa carcajada se escucho en la cosina, lagrimas de risa se asomaron en los ojos de Sofía una bella imagen ante Steven, lagrimas de felicidad, sus brazos alrededor de su estomago dando señal de que le ha dolido por la risa intensa que le ha provocado.

Con todo aquel ruido no se hicieron esperar las pequeñas pisadas que se escuchaban bajar de las escaleras.

Cargando entre sus brazos a su pequeño hijo que corrió en cuanto escucho tanto ajetreo en la cosina de su hogar, pero detrás de él pequeño venia una pequeña niña de la misma edad que corrió a su madre al verle lagrimas a en los ojos.

Tomándola en sus brazos la niña limpia las lagrimas que aun están en sus ojos una imagen digna de apreciar  después de tantos años,  un recuadro que si se pudiera apreciar cada vez que se tenga tiempo, Steven camina a ellas y les sonríe.

- Sabes Steven - comienza a hablar Sofía a su esposo - me alegro mucho de aberme casad contigo.

- Yo igual.

- Me siento agradecida y amada, algo que falto en mi matrimonio con Ernesto, Te amo Steven.

- Igual yo Sofía.

Ambos dándose un beso que demuestran el amor que se tienen uno a el otro, dando a entender que si se puede encontrar el amor después de muchísimo tiempo, ella espero mas de diez años para encontrar esa persona que la quisiese, la respetase y amase  sin importar el tiempo y cual fue su pasado.  Así que las invito a que busquen a la persona que con la que compartirán el resto de su vida las ame, respete y las presuma como si fuera el primer día que se hicieron novios.

Soy Sofía y después de mas de diez años, un matrimonio el cual no tuve oportunidad de disfrutar llego mi recompensa, un esposo amoroso, una casa con calor familiar y dos hermosos hijos.

Doloroso amor llDonde viven las historias. Descúbrelo ahora