Doloroso amor ll

6

Ya el día estaba a punto de terminar, Rafael aún con una persona frente a él, con los nervios de punta, con el ritmo cardíaco a todo lo queda.

Mientras tanto su acompañante está con la vista en el piso, los vellos de su cuerpo los tenía de punta y lágrimas escurriendo por sus mejillas, mejillas con un color rojo debido al llanto no hace movimiento alguno, no se mueve solo está ahí.

- Dime, ¿qué haces aquí? - Menciona Rafael.

- Bueno yo...- no termina de hablar ya que a lo lejos se escucha el golpeteo de tacones.

El sonido que hace el tacón de la chica, Rafael y el acompañante, con la vista en las escaleras observaban quien era la chica, con zapatillas que se le hacían conocidos a Rafael, pero no quería emocionarse pues creía que solo su mente le estaba jugando una mala pasada.

Unas hebras de la cabellera castaña salían de aquel paño que cubría su cabello, aquel saco negro que le hacía buen contraste a el pantalón rojo ceñido a sus piernas, no la perdían de vista.

Conforme se acercaba más conocido se le hacía a Rafael, asta que llegó el punto de frenar al estar frente a ellos.

Quitándose los lentes obscuros y la pañoleta que le cubría su cabello muestra una de sus típicas sonrisas y solo dice.

- Hola, ¿que tal?

*****

Mientras tanto en la mansión donde vivían Ernesto y Rosa había una fuerte discusión entre la pareja, pero cuál es el tema a discutir, cuál es el motivo de su fuerte discusión, pues nada más y nada menos que Sofía, pero porque si solo es la esposa de su novio y, próximamente su futura ex esposa, pues Sofía le pidió a Steven que acelerara la documentación de divorcio para estar lo más pronto posible libre de su verdugo.

-Ahora dime Ernesto, dímelo ahora cuando vas a dejar a tu esposa – contrataca Rosa por todo lo que ha ocurrido recientemente – ya no me prestas atención y la poca que me das solo es para decirme que aún no encuentran a esa.

La rabia y envidia la carcomía, no entendía cómo es posible que Sofía estando aun secuestrada por su cómplice no deja de ser un obstáculo entre ella y lo que más desea, desea tanto tener la atención que recibe en este momento, quiere ser de lo único que hable Ernesto, pero no es posible, pero ¿porque?, pues porque ella se ha dado a respetar, se ha dado a querer, ella no le desea el mal a nadie lo bueno que hace la pequeña Sofía es porque le nace de su pequeño corazoncito.

-NO LO SE – le grita Ernesto con el rosto colorado – solo, no lo sé – le desvía la mirada y la acacha como si se tratase de un niño que ha sido reprendido por su madre.

Recueros inundaban en su cabeza, recuerdos que lo torturaban, cuando dejo a Rosa por el matrimonio con Sofía que para empezar estaba más que molesto con ello, pero decidió hacer las cosas bien y la dejo, a los pocos días de su unión con su esposa llega Rosa con unas fotografías donde mostraban a Sofía siendo abrazada por otro hombre.

Flash back

Ernesto se encontraba en su oficina revisando unos contratos que le había pasado su secretaria e iniciaba a planear la próxima reunión con algunos inversionistas que tenía tiempo contactando, pero algo le quito la paz y concentración en lo que estaba haciendo.

El sonido de su teléfono celular, chasqueando la lengua de molestia lo saca del bolsillo de su saco, tomándolo con su mano izquierda y viendo el identificador de llamadas vio que era Rosa.

Tocándose el puente de la nariz con la mano que le restaba y con un poco de molestia le contesto.

- ¿Qué es lo que necesitas Rosa? – le contesta un poco enojado, pero sin dejar de ser todo un "caballero".

-Ernesto tu prometida – menciona ella en tono agitado y con un poco de "preocupación".

- Que tiene mi prometida.

-Te lo diré, porque, aunque nosotros hayamos terminado y aun quiero lo mejor para ti.

-Deja de hablar tanto y dime que es lo que sucede con mi prometida – dijo un poco aprisa y preocupado pensando que le había pasado algo malo.

-Hace un momento – hizo una pequeña pausa que desespero a Ernesto – hace un momento decidí salir al parque cerca de donde vives y ...- guarda silencio que solo molesto a Ernesto.

-Y qué Rosa dime ahora.

-La vi con otro y la estaba abrazando.

Ernesto entro en shook, no cree que eso sea posible, es un total error – Oye Rosa creo que estas en un error ella, ella no puede hacer eso la boda es en pocos días.

-Si no me crees te enviare una fotografía – colgando la llamada inmediatamente le llega la notificación de que tiene un mensaje, abriendo el chat donde tenía aun el contacto de Rosa y efectivamente había una fotografía con un escrito debajo de ella, "ve no mentía".

La sangre de Ernesto hirvió, Respondiendo con un "gracias" apago el teléfono dejándolo sobre el escritorio.

Ahora después de 10 años se da cuenta de que fue una mentira, una mentira que le costó el haber herido a Sofía y muy tarde se dio cuenta, no había momento en que no se arrepintiese, el hermano de ella le abriera los ojos y darse cuenta, pero ya era demasiado tarde para arrepentimiento y más con su novia embarazada.

Restregándose la cara con las palas de su mano solo ve a Rosa, ella es la culpable de lo que le sucedió si no le allá mandado eso no estarían en este embrollo.

-Como de que no sabes Ernesto, debes de tenerlo en cuenta voy a tener un hijo tuyo.

-Crees que no lo sé y sabes el cuanto me arrepiento.

-Te arrepientes de tener un hijo conmigo – dijo al borde de las lágrimas o eso aparento para causar lastima y manipularlo.

- De mi hijo no, pero me arrepiento de haberte hecho caso hace diez años antes de casarme y no verificar si lo que me diecias era verdadero.

-De que, de la foto, ya supéralo, ahora también to te había dicho que la vi con uno en el centro comercial.

-Sí, pero eso fue ahora, no hace años cuando comenzábamos a ser una pareja, no sabes cuánto deseo regresar el tiempo y evitar el hacerte caso.

-No me vengas con eso Ernesto, tú también tienes culpa por actuar precipitadamente - además que ya obtuve lo que quería, pensó internamente la alimaña con patas.

- Lo sé – perdóname Sofía por todo lo que te hice

Espero que te mueras Sofía – Pensó Rosa con malicia y envidia